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Natsu dejo a la joven en su cama y la miro detenidamente, algo en ella lo atraía y las ganas de estar cerca de ella y protegerla se acoplaban en su pecho oprimiendolo. Era un nuevo sentimiento, era algo más allá de su entendimiento.

El padre y tutor de Natsu entró al cuarto haciendo notar su presencia, a su lado venía una mujer de agraciada figura que colgaba del brazo del guardián.

- ¿Quien es esa mujer, Natsu? - Igneel se soltó del agarre de la mujer y esta a regañadientes salio del cuarto para esperar al guardián en sus aposentos.

- No se padre, esta chica impactó de un lugar del cual no conocemos hasta tierra santa. La traje aquí porque estaba protegida con Fuego estelar.

- ¡¿Fuego estelar?! Ese fuego esta prohibido en todo este mundo. ¿Quien seria tan estúpido como ocuparlo en una persona?

- Pero Padre, edita chica venía del exterior... No de este mundo.

Igneel examinó la situación, para luego suspirar rendido - Okey, trae a las damiselas y que arreglen a la chica cuando despierte, sobre el fuego estelar, nada hablara de esto. - Gray y Natsu afirnaron en silencio Igneel salió del cuarto dejandolos solos.

- Creo que es hora de que me valla Natsu... Vendré mañana en la mañana para ver que ocurre con la chica - Ambos amigos se despidieron y Natsu se sentó al lado de la chica, se sentía raro con ella, con su presencia.

La chica se empezó a mover lentamente y soltó unos pocos quejidos. Al abrir sus ojos se sintió desorientada, y no recordaba nada de lo que había ocurrido. Se sentó en la cama asustada y miro a todas partes encontrándose con el intenso mirar Jade.

El temor invadió cada centímetro de su ser y temerosa trato de huir. Apenas uno de sus pies toco el suelo cayó al suelo al tener las piernas entumecidas. Como pudo se arrastró por el suelo tratando de huir.

Natsu vio como la chica cayó al suelo y tan raído como pudo la levantó del suelo con delicadeza. Pudo ver el miedo destellar de sus hermosos ojos chocolates.

- Hey, Tranquila... - La volvió a sentar en la cama con delicadeza, su mirada se conecto y La rubia sintió un enorme deseo de abrazarlo, y como no sabía nada de ser humano lo abrazo ocultando su rostro en el pecho de él, ignorando el echo de que estas a desnuda.

Natsu se sonrojo sintiendo un pequeño vibrar en su estómago, la alejo sintiendo la mirada fulminante de ella - N-No hagas eso-

La rubia lo miro y luego miro su exterior a través de la ventana. La ventana.

Paso muy lento, Natsu apenas pudo de tenerla agarrando su cintura pero se había logrando soltar.

- Proteger y amar.... - fueron las únicas palabras que había dicho en todo este tiempo, y la últimas que dijo antes de lanzarse por la ventana.

Natsu se levantó y corrió a la ventana, se asomo y no vio el cuerpo de la chica.

Habia desaparecido.

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