Min Yoongi se consideraba a sí mismo como una persona genial.
Bueno, sus padres se lo decían constantemente cuando él les contaba que nadie quería ser su amigo porque le tachaban de raro en la escuela; pero no es como si al pequeño de nueve años le afectase. Él era genial.
O al menos así era hasta que se encontraba con Jung Hoseok, un castañito muy simpático de su misma clase. Hoseok era mucho más genial, pensaba Yoongi, puesto que él era amigo de casi todos los niños del salón y hasta parecía agradarle a las... ew... niñas... ¡las niñas eran asquerosas, pero incluso ellas querían a Hoseokie!
No le sorprendía, en realidad; el niño era muy amable con todos y siempre era el centro de atención debido a su brillante personalidad.
Cuando Yoongi se mudó a Seúl, dos meses después de que el curso diera inicio, todos ya tenían sus respectivos grupos, pero a Hoseok no le molestó cuando sentaron al azabache en su mesita de trabajo, a diferencia de los otros dos niños detestables que solían burlarse de su baja estatura.
Los señores Min no tardaron en llamar al profesor, pues no permitirían que esos chiquillos molestaran a su único hijo, por lo que el señor Kim Seokjin tuvo que reacomodar a los problemáticos jovencitos, y en cambio, colocó a Minhyun y Siah, unas niñitas molestas como todas.
Yoongi sólo tenía miedo de que le pasaran los piojos realmente.
Después de eso, su madre le dijo que si algo así volvía a pasar tenía que notificárselo y le dio un fuerte abrazo, sin embargo su padre le dijo que no se preocupase, porque estaba seguro que en el futuro Min Yoongi sería más alto que ese abusador de Park Jimin.
A Yoongi le agradaba mucho su padre; siempre era muy alegre y le gustaba bromear, aunque cuando se reunían con sus tíos a nadie le causaba gracia lo que decía por algún motivo. El niño se identificaba.
Lamentablemente eso fue hace tiempo y su papá casi no hacía bromas ahora. Siempre se mostraba triste y parecía que pensaba en muchas cosas que le afligían, pero cuando el azabache preguntaba por estas, ya que mamá había dicho que te sentías mejor cuando decías tus problemas, su padre sólo negaría y le respondería que todo estaba bien, que todo mejoraría.
Pero Yoongi no entendía qué quería decir con ello, las cosas estaban bien ahora, ¿no? Se suponía que las cosas estarían bien cuando ellos se hayan mudado a Seúl... ¿por qué papá estaba tan triste entonces?
Pero bueno, esos eran problemas de su padre, ¿no? Estábamos hablando sobre lo genial que es Min Yoongi y por qué perdía toda su genalidad frente a Hoseok.
Todo comenzó el día en que al profesor Kim se lo ocurrió la brillante idea de enseñarles a dividir. ¿Al menos requeriría de eso cuando sea mayor? Yoongi lo dudaba, pero no dijo nada porque el profesor era demasiado escandaloso cuando hacía uno de sus tan acertados comentarios sobre su clase.
Y después de tres largas clases intentando que sus alumnos comprendiesen el tema, llegó el día en que los problemas serían anotados en la pizarra y ellos los responderían individualmente, mientras tanto, él podría ir a platicar con la profesora del aula de enfrente, no sin antes dejarles en claro que cuando volviera de la sala de maestros revisaría.
Y cuando el adulto a cargo salió del lugar, Yoongi soltó un audible suspiro, provocando que Minhyun le mirase con asco, porque ¡¿por qué los niños no podían ser más educados?! Ella sólo quería terminar sus divisiones para que el profesor le dijera que estaban bien y le colocara una estrellita en la frente... ah, el profesor Seokjin era tan amable...
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Last first kiss [Yoonseok]
Short StoryYoongi está muriendo. ↪Yoonseok ↪One shot | fluff | 4.6k palabras ↪Historia completamente de mi autoría, queda prohibida cualquier copia total o parcial de la misma. ©srssej | 20180109