Lo siento

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Hiccup, un chico de 14 años de delgada complexión, la burla y decepción de todo Berk. ¿Saben que es peor? Es el hijo único de Stoick the Vast, jefe de la aldea y el mas formidable Vikingo

Ya todos aqui deben conocer todo lo que sucede aqui ¿No? El como Hiccup causa desastre en la aldea hasta cuando conoce a nuestro dragón favorito. Bien, es aqui donde todo cambia

Hiccup al hallar semejante criatura, no dudo en descubrir mas sobre el, asi que con precaución intento descubrir del por que esta majestuosa bestia no podia volar. Como pudo logro acercarse a dicha criatura, notando una aleta lesionada de su cola. Esto por supuesto hizo que el chico se sintiera mal, pero no habia vuelta atras, tenia que ayudar a el pequeño dragón a surcar nuevamente el cielo.

Pasaron los dias, Hiccup y todos los de su edad habian sido escogidos para entrenar, obviamente el castaño era un asco en eso. El habia probado que no podia matar dragones ¡Tenia a un Furia Nocturna inmovilizado frente a el y ni siquiera se atrevió a rasguñarlo!
Eso no era lo peor, lo peor fue que su padre, Stoick, al final no se fue de la isla, pues las heladas comenzaron antes de lo previsto.

Y si, ahi estaba, Hiccup tratando de sobrevivir al Nadder con la mirada de su padre encima. El problema es que no dejaba de pensar en aquel pequeño y negruzco dragón, en como podria ayudarlo. Entonces lo recordo ¡La anciana! Ella era curandera, si le pedia algunos consejos de como curar un hueso roto seria sencillo ayudar al dragón, ella no cuestionaría por que lo estaba viendo entrenar, seria lógico pensar que el quisiera saber como curar un hueso roto en algún momento de dicho entrenamiento, digo, era débil de naturaleza.

Y tal y como planeó, la anciana le dio un par de clases de como sanar un miembro dislocado o roto. Asi que, con una canasta en mano partió hacia el claro donde el dragon oscuro se hallaba, lo habia nombrado Toothless debido a su mandíbula de dientes retráctiles. En cuanto llego el dragón lo acepto gustoso, pues en esa canasta no habia solo los materiales de curación, sino tambien pescado de todo tipo.

Aunque la anguila no fuera del todo de su agrado

En cuanto Toothless se distrajo, Hiccup examino su aleta, solo un nervio y parte del hueso de esta se hallaban heridos. Paso un poco de ungüento por esta, ocasionado que Toothless se pusiera en alerta, aunque poco duro ya que el dolor desapareció casi por completo. Fue entonces cuando Hiccup aprovecho y acomodo la aleta, ganandose un rugido agudo de la criatura

El ungüento era solo para aguantar un poco el dolor

No lo atacó de inmediato por que el dolor lo doblegó. Suerte que fue rapido y no causo mas daño del que ya tenia, con distintas hojas envolvió la cola del dragón, aliviandolo un poco con la frescura de estas.

-Lo siento amigo, pero si no lo hacia, jamás volverias a volar- dijo con tono amable el chico a el reptil, quien respiraba agitadamente

La noche paso, junto a los dias. Hiccup mejoraba muy lentamente en sus entrenamientos, Stoick no se encontraba muy contento e inclusive reconsideraba su decisión acerca de dejarlo entrenar, pero lo dejo continuar, al menos aprendería a defenderse apropiadamente.

Finalmente, luego de un mes, Hiccup se hallaba junto a Toothless, su aleta se habia recuperado bien y estaba listo para volar. Hiccup se despidió de su amigo por última vez, pues sabia que tarde o temprano el pequeño dragón seguiría su vida.

Lo que no sabia, era que ocurriría meses después...

Ya habia pasado el examen final, Astrid fue quien tuvo el honor de matar al dragón. Una imagen no muy bonita de ver, pues como habia dicho antes, Hiccup no podia matar dragones. Una decepción a su padre.

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