Parte única.

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Isak se encontraba sentado frente a la mesa con sus manos entrelazadas sobre la madera esperando la llegada de su amado, algo impaciente observo el reloj que se encontraba frente a él, las horas seguían pasando y se suponía que él ya debía estar ahí.

Inquieto tomó su celular para revisar si tenía algún mensaje del cual no se percató antes. No había nada, la bandeja de entrada estaba vacía.

De haber pasado algo él habría llamado.

Dudo por un momento pero trato de mantener la calma y decidió esperar un poco más. Conforme los minutos avanzan se comunica con los padres de Even a través de una llamada. Les pregunta el paradero de su novio pero ellos dicen no haberlo visto. Al cortar la llamada se percata que su cuerpo está temblando. Sabe que su novio a veces se atrasa pero esta vez...

¿Por qué siente que hay algo mal?

Preocupado se dirige a la ventana y el estrepitoso sonido de su celular lo hace voltearse de golpe.

Ilusionado ve la pantalla del aparato, sin embargo sus ilusiones desaparecen al instante: "Número desconocido". Su corazón se oprime mientras la música de la llamada sigue llenando el abrumador silencio de la habitación.

Sin ánimo desliza el dedo para atender a quien trata de comunicarse con él; al contestar una voz grave le dice que algo pasó por lo que debía dirigirse enseguida al hospital.

Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras recibía las indicaciones de aquel sujeto desconocido. Una vez finalizada la llamada no espera más y sale corriendo de su departamento al hospital. Miles de emociones lo acongojan, pero no quiere hacerse ideas equivocadas por lo que, de momento, prefiere llegar lo antes posible a aquel centro de atención pública para tener conocimiento del porqué recibió esa llamada.

Una vez en ese temido lugar se detuvo en la entrada, caminó a través de la recepción que lleva a un millón de habitaciones. Hablo con una enfermera, que al conocer la situación, le comunico lo sucedido con total tranquilidad.

Even tuvo un accidente, al parecer alguien lo atropelló mientras él se dirigía a casa.

La chica continúa hablando pero en ese punto Isak apenas puede escucharla. Sus manos tiemblan al igual que el resto de su cuerpo, desesperado muerde su labio inferior para no derramar las lágrimas que amenazan con salir de sus ojos para humedecer sus mejillas y acabar su recorrido en aquella sucia cerámica.

La enfermera le indica la habitación en la que se encontraba su novio y él le agradece.

Tata de mantener un semblante serio mientras camina a través del pasillo. Una vez dentro de esas cuatro paredes lo ve ahí, acostado sobre esa incómoda camilla, su rostro estaba con una mascarilla para el oxígeno y el resto de su cuerpo se encontraba cubierto de rasguños, hematomas y sangre. Con lágrimas recorriendo su rostro se aproxima al cuerpo de Even y se sienta a su lado. Even al percatarse de su presencia le sonríe dando a entender que todo estará bien. Pero Isak no puede pensar en nada bueno en esos momentos, con su mano derecha entrelaza sus dedos y lo aprieta fuerte dándole así a entender que está ahí con él, a pesar de todo.

Porque Even no estará solo, Isak se lo prometió.

Jamás lo dejará solo.

Las horas avanzan y el estado deplorable de Even ha mejorado. Las enfermeras se encargaron de limpiar su cuerpo y tratar sus heridas. Even se quita la mascarilla a ratos para que su chico deje besos en sus labios o simplemente para decirle cuanto lo ama. A pesar de todo Isak continúa con su rostro preocupado y para evitar eso Even intenta entablar una conversación que al parecer hace que ambos olviden aquella situación.

Comienzan a hablar de los hijos que tendrán y la gran vida que los espera. Isak sonríe ante las estupideces que dice su novio, pero la felicidad se ve interrumpida por un doctor que solicita hablar con el muchacho.

Él sale de la habitación dejando un casto beso en la frente de su dañado novio y se dirige a un pasillo vacío para hablar con tranquilidad con el doctor.

Cuando el doctor comenzó a hablar sobre el estado de Even tenía esperanzas, esperanzas de que todo saliera bien pero estas fueron destrozadas y pisoteadas ante las palabras del profesional.

"Él no pasará la noche".

El rubio comenzó a llorar como jamás en su vida había hecho, no entendía como la vida podía ser tan cruel. Quitarle al hombre de sus sueños era imperdonable. Simplemente no podía aceptarlo.

Luego de unos minutos tratando de calmarse se comunicó con los padres de Even, les dio la noticia y esto los derrumbó. Lloró por un tiempo más al teléfono y, cuando se dirigía a la habitación, trato de parecer tranquilo para no asustar a su novio.

Al verlo en la camilla las ganas de llorar se apoderaron de su cuerpo otra vez, pero debía permanecer fuerte. No podía darle aquella noticia a Even.

- Lo sé. - Su borrosa vista se dirigió a la persona de la que provenía aquella voz. - Sé que no duraré mucho tiempo más. - La tranquilidad en la voz de su novio hizo que se derrumbara y comenzará, nuevamente, a llorar.

Pasaron horas llorando, ambos se repetían cuanto se amaban y recordaban todos los momentos felices de su relación.

De pronto Isak tuvo una idea, llamo a las enfermeras y les pidió ayuda. Ellas no se negaron y después de muchos llamados lograron conseguir lo necesario. Minutos más tarde trajeron al padre.

Isak ayudo a Even a sentarse en la cama y se colocó a su lado entrelazando sus manos; el padre dijo un par de versos, mientras Isak tomaba prestados unos anillos de la pareja de al lado. Los padres de ambos chicos se encontraban en la habitación junto a las enfermeras. Todo el mundo sonreía mientras las lágrimas caían al piso, Isak tomó la mano de su amado y lo miro a los ojos:

"Yo te amaré por siempre y para siempre. En las buenas y en las malas. Nuestras almas serán una sola para la eternidad; nos seguiremos amando a pesar de todo porque tú eres el hombre de mis sueños y siempre lo serás".

Una vez que terminó con sus votos colocó el anillo de oro en la diestra de su esposo.

Beso su mano y sonrió.

Los latidos se hacían lentos.

No había tiempo.

La voz de Even es demasiado baja mientras dice:

"Yo te amaré por y para siempre. Por favor recuerda, aunque yo ya no esté, Siempre te amaré. Tú eres el hombre de mis sueños, lamento no haber cumplido la promesa de estar contigo para la eternidad. Sin embargo, mi amor por ti siempre vivirá. Gracias por amarme".

Con dificultad colocó el anillo en la diestra de Isak y lo beso, sus labios se unieron en un tranquilo y débil beso.

Isak se separó limpiando sus lágrimas pero el sonido de un pitido bastó para que se derrumbara por completo.

Ya no tenía a nadie y lo único que podía hacer era llorar. 

Forever And Always - EvakWhere stories live. Discover now