Hoy era el día
Al fin se lo diría.
Entre al instituto intentando encontrarla con la mirada y lo hice pero lo que vi no me gustó nada.
Un chico la tenía arrinconada en los casilleros y ella no decía nada.
Apreté mis puños intentando no descontrolarme ni hacer una locura pero solo logre que la rabia se convirtiera en tristeza.
Lagrimas corrían por mis ojos, yo sé que es de hombres aceptar sus sentimientos y llorar pero el problema es que a mi no me gusta que me vean llorar.
Así que tire el ramo de rosas y sali de ahí resignado a perderla.
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Mi querido amor
Short StoryPor esos amores de los que no nos damos cuenta que son correspondidos