"First Thought, Best Thought" ~ Dane Dehaan ( Español)

Es complicado

NARRA HAZEL:

Se apartó hacia un lado para que yo pudiera pasar. Me fui caminando, tranquila, no tenía ganas de correr, estaba demasiado cansada. Me dirigí a un pequeño parque, al que solía ir cuando me encontraba sola, iba me sentaba, me relajaba, pensaba... y también recordaba. A ese parque solía ir de pequeña y jugaba con Dane. No entendía cómo pudo haber cambiado tanto. Recordar aquel niño risueño, rubio con esos ojos azules que siempre brillaban, sus hoyuelos... Era duro recordar los buenos momentos en ese parque. Me senté en un banco, levanté las rodillas,las abrazé y apoyé mi cabeza sobre ellas. Tenía ganas de llorar, pero no quería sufrir más. Tenía que ser fuerte. Noté la precensia de alguien, levanté la cabeza y vi a un chico alto, rubio oscuro, ojos azules verdosos... Se sentó a mi lado.

- Hola. - Dijo con una dulce sonrisa.

- Hola...- dije desganada, tapando mi cara para que no viera que había estado llorando.

- ¿Qué te pasa?- me preguntó preocupado.

- Nada.- dije seria.

- ¿Sabes? No es la primera vez que te veo por aquí.

- ¿No? Lo siento pero nunca te he visto. - sigo sin mirarle.

- Lo sé, nunca me he acercado, pero ya te he visto tantas veces que me he preocupado, cada vez que pasaba por aquí y te veía estabas en mi cabeza el resto del día. - me dijo mirando al frente.

- En serio...- Vaya nunca me habían tratado con esa dulsura, ni se habían preocupado de mi. Por mucho que Dane lo dijera...Le miré, pero enseguida me di cuenta de que le había mirado y me di la vuelta rápidamente.

- Si, oye por qué no me miras, nunca te he visto bien la cara, siempre estás cabizbaja.

- No te pierdes nada.- le dije apenada.

- No digas eso... Seguro que eres hermosa - me sonrió cogiéndome la cara y moviéndola en dirección de la suya, viendo así mi rojo rostro.

- ¿ Qué te ha pasado? - preguntó preocupado.

- Nada, es complicado.- respondí suspirando.

- Me gusta lo complicado.- Le miré asombrada.- ¿De verdad que te gusta?- le dije aún sorprendida, como ya dije antes a nadie le importaban mis problemas, ni le importaba yo.

- Claro que si, cuentame ¿qué hace que estés así?- Pues... todo.- me miró confuso- ¿Todo?.

- Si..- me quedé cortada al encontarme a unos ojos azules delante mía, Dane.- ¿Qué pasa?- me preguntó, cuando todavía no se había dado cuenta de que él estaba ahí.

NARRA DANE:

Me cansé, no aguantaba más, tenía que saber si Hazel estaba bien y a donde había ido. Decidí dar una vuelta primero, a lo mejor se encontraba por allí cerca, pero nada. Busqué, busqué y volví a buscar, no la encontraba, me estaba poniendo nervioso y ya me temía lo peor. Me sentía culpable, temía encontrarla otra vez tirada en la acera y tener que llevarla otra vez al hospital, por que la hayan atropellado o algo. Estaba agobiado, triste, preocupado y enfadado conmigo mismo, "Si a Hazel le ha pasado algo ha sido culpa mia"- pensé. No podía ser que me estuviese preocupando por ella, yo antes no era así. Me senté para tranquilizarme un poco y pensar en dónde podía estar. No se me ocurría ningún sitio. ¡Maldita sea, no la conocía para nada! Así me va a costar ser su amigo, como antes... Me vino una imagen de nosotros dos cuando éramos pequeños en un parque al que solíamos ir mucho, Hazel con sus dos coletas y esa melena tan larga y morena, siempre con sus trajes... Y yo junto a ella empujándole en el columpio. ¡El parque! Ya sabía donde estaba Hazel. Por un momento dude, ¿Por qué querría Hazel ir a ese parque, si era a dónde íbamos los dos junto?Me dirigí rápidamente, no perdía nada. No me acordaba bien por donde era pero finalmente lo encontré. Me acerqué a donde estaban los bancos, para encontrarme con Hazel sonriendo y un chico al lado de ella con su misma expresión. Al parecer tampoco estaba tan mal. Me estaba enfadando, no sabía bien porque ¿celos? No imposible, nunca podría tener celos por ella.

- Hazel... - le dije al ver que se había dado cuenta de que estaba delante de ella. No me dijo nada, ya lo hizo el chico por ella. - ¿Quién eres? - me dijo serio. - Un amigo, ¿algún problema?- dije apretando los puños, me estaba enfadando ya de verdad.

- No creo que ella mire a los amigos así- me dijo con desprecio.

- No déjalo, ee..- dijo Hazel para que le dijera su nombre. - Luke.- déjalo Luke- repitió.

- Ah, mira ni se saben los nombres- ¿Qué quieres Dane?- me cortó enfadada y a la vez tiritando, ¿tiritando? Pues si tenía frío y al parecer.

- Quiero hablar contigo, vente a mi casa que te estás muriendo de frío aquí- le dijo intentando cogerle de la mano para levantarla del banco, pero Luke la paró. - No, mejor nos vamos a la mía. - a Hazel le pareció bien, a mi no. - ¿Vas a ir a la casa de un extraño? - Al menos se preocupa por mi. - Esta bien- dije intentando calmarme, no quería fastidiarla otra vez. Luke me miró con cara de victoria.

Nos dirigimos a casa de Luke. No tardamos mucho en llegar, abrió la puerta dejó entrar a Hazel, entró él y finalmente yo. Hazel y yo nos sentamos en unos sillones en el espacioso salón, la casa era bastante grande. Él también se sentó, al lado de Hazel. Intenté controlarme pero, no pude contener un poco de rabia.

- ¿Qué les parece si pongo la tele para relajar un poco el ambiente? - Perfecto- contesté serio.

Encendió la televisión, y puso las noticias:

"Hoy, se han encontrado los restos de un coche que ha sido explotado, el conductor, Jake Hemmings, desgraciadamente no ha sobrevivido. "

- Vaya- dijo Luke asombrado.

NARRA HAZEL:

"Hoy, se han encontrado los restos de un coche que ha sido explotado, el conductor, Jake Hemmings, desgraciadamente no ha sobrevivido. "

¿Cómo? No podía ser, mi hermano iba en ese coche, ese era el coche de mi hermano, mi hermano acababa de morir, no tengo a nadie en mi vida, no tengo familia. Me empiezo a marear, los chicos lo notan. No puedo respirar bien, me levanto del sillón, corro hacia la puerta y me dirijo a mi casa lo más rápido que puedo. Llego a mi casa, abro la puerta, subo al baño. Me miro en el espejo, solo consigo ver mi rostro nublado, las lágrimas no me dejan ver bien. Esta vez se acabó, ya no tenía ninguna razón por la que seguir adelante, por la que vivir...