--5/1/18--
A todas las personas que me hicieron llorar:
A todas las personas que me hicieron llorar va dirigida esta carta. A todos vosotros.
Pero antes de proseguir haré una pequeña aclaración. Pues me refiero a todas las personas que me hicieron sentir algo tan fuerte que provocaron el fluir de mis lágrimas. Pero, oh, no; no te confundas, querido lector o lectora. No hablo solo de sentimientos tristes, hablo también de los alegres. De hecho, hablo de todo tipo de sentimientos que un ser humano pueda llegar a sentir.
Los humanos, bien es sabido que somos unos seres verdaderamente extraordinarios, capaces de sentir un amplio abanico de emociones y sentimientos. Ardientes como el fuego, gélidos como el hielo... Podemos sentir el amor de tantas maneras distintas, como de tantas maneras distintas podemos sentir el dolor. E incluso podemos sentir ambos a la vez y de distintos modos. Y esto es aplicable a todos los sentimientos que experimentamos. ¿Empiezas ahora a comprender mi punto de vista?
Es un poco complejo, de hecho. Pues requiere que abras tu mente un momento, que dejes las racionalidades y la lógica, y que uses esa herramienta tan poderosa llamada imaginación.
Necesitas, en pocas palabras, hacer caso omiso a lo que te diga tu cerebro, y escuchar tan solo el susurro de tu corazón. Cierra los ojos. Venga, solo un momento, y sé consciente de ese pequeño que bombea la sangre por todo tu organismo. ¿Lo oyes ahora? Bum, bum... Bum, bum... Sus latidos, rítmicos, son las palabras que utiliza, y ese ritmo es su métrica. Te habla en verso. Tu corazón es todo un poeta, como el mío. Admítelo, la poesía se encontraba dentro de ti todo este tiempo y ni siquiera lo sabías.
Volvamos al tema inicial, y quiero pedirte perdón de antemano, a ti, que me estás leyendo, por si te resultan muy fuera de lugar estos incisos que hago. A veces me pongo sentimental y me voy por las ramas. Qué puedo decir, soy todo un romántico.
Las lágrimas que he derramado durante toda mi vida también han sido distintas unas de otras. Todas ellas han inundado mis ojos, y corrido por mis mejillas por un motivo, por un sentimiento.
A veces han sido desencadenadas por la desenfrenada risa que aparecía momentáneamente por mi garganta y amenazaba con no parar hasta dejarme sin aire. En estos momentos, tal vez con mis amigos, alguna estupidez nos había hecho tanta gracia que todo nos parecía motivo de carcajada. Y acabábamos llorando de la risa.
Lágrimas recurrentes en mis ojos han sido originadas por la embriaguez de un intenso sentimiento al ver una película, al ver una serie, al escuchar música, al leer un libro o poesía. Sí, lo sé. Soy todo un llorón como ves, o, mejor dicho, lees; y vas a seguir leyendo. Y me siento orgulloso de serlo. "¿Por qué?" -Te preguntaras. Y aquí está la respuesta también del porqué de esta "carta" a todas las personas que me hicieron llorar.
Llorando, me he dado cuenta, puedes experimentar tus emociones de una manera más intensa. Y afortunados somos, aunque a la vez malditos estamos, nosotros los "llorones", o los que sentimos de manera intensa. Pues a diferencia de otros, para bien y para mal, probaremos en nuestros labios el sabor de tantas lágrimas, tanto dulces como amargas, que viviremos la vida rodeados sensaciones vivas y apasionadas.
Y tras esta reflexión abordaré, sin más preámbulos, las últimas lágrimas de las que escribiré en esta carta. Estas lágrimas tal vez sean las más agrias. Las más desagradables y dolorosas. Y, en efecto, son las lágrimas que van ligadas al dolor. Son las lágrimas que resbalan por tu rostro mientras, posiblemente, en tu garganta se forma un extraño nudo. Mientras tu semblante se enrojece, y tus orejas, probablemente, te ardan. Son las lágrimas que brotan cuando la pérdida aparece en tu vida, cuando un poderoso sentimiento "positivo" como puede ser el gozoso amor, es reemplazado por otro como el doloroso desamor. Y así, infinitos ejemplos como posibilidades infinitas e infinitas vivencias y experiencias.
Y ahora te sorprenderá, seguramente, el hecho de que agradezca a las personas que me hicieron llorar con estas últimas lágrimas, de manera o no intencionada, que lo hayan causado. Pues así es. Doy las gracias tanto a los que me hicieron llorar de risa como a los que me hicieron llorar de pena y dolor. A través del sufrimiento también se encuentran enseñanzas.
Además; a las personas que me hicieron llorar de pena o de dolor, queriendo o sin querer, manteniéndose en mi vida o alejándose en el proceso, se lo agradezco como se lo agradezco a las personas que de felicidad me hicieron llorar. Pues provocaron en mi interior el nacimiento de nuevos y poderosos sentimientos, o el recuerdo de antiguas emociones. Como he mencionado con anterioridad, me he dado cuenta de la belleza oculta de llorar, recientemente.
A ti, que me estás leyendo, cada palabra que escribo y que siento. A ti, te invito a llorar. Llora de felicidad, de dolor, o con cualquier sentimiento intenso que aflore en tu interior. Llora, y prueba a sentir la vida de otra manera más intensa.
Que la vida son tres días, y estamos en el segundo ya. Que, si no sientes durante esta vida, te aseguró que lo sentirás al final. Memento mori, recuerda que vas a morir; pero también memento vivere, recuerda que vives, acuérdate de vivir.
¿Quieres saber cuál es el secreto de la felicidad? Exacto. No hay ninguno. Porque cada uno tiene su propio secreto de la felicidad. Verás, cada uno tiene el poder de elegir qué hacer mientras vive. Cada uno podemos buscar una manera de vivir hasta que nos llegue la hora. Y yo ya he elegido la mía. Quiero vivir sintiendo. Quiero sentir amor, aunque tenga que sentir dolor también si hace falta. Quiero sentir alegría desmesurada, aunque haya momentos de tristeza desmedida. Porque así es la vida. Y así elijo vivirla. Ahora te toca a ti elegir como vivirla.
A todas las personas que me hicieron llorar, a todos vosotros os quiero dar las gracias por haberme hecho sentir, por haberme hecho vivir. Porque ya me he dado cuenta: El poeta no puede escribir verso ninguno si tampoco siente emoción alguna. Y vosotros, cada uno a vuestra manera me habéis empujado a escribir en verso, en prosa, poemas o textos como este.
A todas las personas que me hicieron llorar, de la manera que fuera, eso ahora me es indiferente: Gracias. Me habéis convertido en lo que soy. Me habéis convertido en lo que siento.
~J.S.R~
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Luchas Interiores y Reflexiones
Non-FictionCuando mis pensamientos y mis sentimientos entran en conflicto y el campo de batalla soy yo, trato de llegar a un acuerdo, para que ambos bandos firmen la paz, y dejen de batallar dentro de mí. Las palabras que leerás a continuación son esos acuerdo...