Un Verano contigo

Un pueblo muy cambiado

Al despertar bajé a la cocina a ayudar a mi abuelo pero él ya había preparado todo. Nos sentamos a comer y tras una larga conversación trascendental mi abuelo comenzó a dijir la conversación como el quería, tarde años en aprender a distinguir esos cambios de tema en mi abuelo pero a mis 16 años ya los sabía distinguir y manejar.
-Deberías ir al pueblo a pasar el día.
-¿Sola?
-Sí, te sabes valer por ti misma. Conoce gente.-yo me quedé mirando por la ventana esperando a que continuará, y así lo hizo- Los amigos son la familia que se elige. Son de las pocas personas que podrás elegir.
-Me cambio y me voy.
-Haces bien Ana, haces bien.

Iba con una falda ajustada y un topnandando por la carretera de repente alguien gritó:
-¡Ana!-Era un viejo amigo, Oliver.
-No sabía que venías. Cada día estás más buena...quiero decir guapa.
Me reí y le dije- Tú también.
-¿Vienes a dar una vuelta?
-Sí, te he echado de menos. - Le digo mientras le doy un abrazo.

Llegamos al pueblo y dimos un paseo, ya no era un pueblo montañés con gente tradicional, los cambios también habían llegado este pequeño lugar, la ropa era exacta a la que se usaba en la ciudad y la tecnología también, sin embargo era distinto esto todos los habitantes del pueblo había un lazo invisible que les unía. Todos se conocían y todos se preocupaban por el resto, o eso pensó una inocente niña.

-Oye Ana,¿vienes conmigo y el resto a la cabaña?
-¿El resto?-Dije subiendo una ceja mientras lo miraba.
-Sí, te los presentaré, te caerán bien.
-Pues entonces vamos-Oliver me miró y yo le sonreí.

Antes de ir a la cabaña dimos un paseo por el lago y Oliver me puso al día de todo.