~ UNO ~

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~ La caja de Todoroki ~

Besé más chicas que tú, sé un buen perdedor y dame lo que quiero. — Dijo serio mirando a la bestia que tenía enfrente directamente a los ojos.

— ¡Bastardo de mierda, seguro hiciste trampa! — Pateó la silla en la que estaba y golpeó la mesa.

Quiero tu cinturón.

¡No te daré mi jodido cinturón!

Entonces tus pantalones, pero si no quieres salir medio desnudo de este cuarto te sugiero que me des tu maldito cinturón. — Puso su caja en la mesa enfrente del rubio quien mostró los dientes.

Maldito... ¡Me las pagarás por esto! — retrocedió un poco aún sin despegar miradas con Todoroki y se empezó a desabrochar el cinturon.

El heterocromatico tuvo que hacer un gran esfuerzo por mantener su mirada en los ojos brillantes de Bakugō y no caer en la tentación de ver cómo lentamente se quitaba el cinturon dejando sus pantalones más flojos de lo que usualmente los traía.

Tragó pesadamente y se mordió la mejilla por dentro arrepintiendose por no haber bajado la mirada.

Una vez el cinto del contrario estuvo dentro de la caja Todoroki la tomó y la tapó para dirigirse a la salida.

Hasta la otra semana, Katsuki. — Cerró la puerta detrás de él antes de seguir escuchando los gritos y golpes del rubio.

El juego consistía en que cada uno tenía una caja la cual se llenaba con las cosas del contrario por cada vez que ganaba.

Ganas si besas más personas al terminar la semana.

Y esta vez el ganador fue Todoroki quien al llegar a su habitación no tardó en enjuagar su boca.

Odiaba ese juego pero era la única forma de estar cerca de Bakugō y tener sus cosas.

Una vez lavó sus dientes se sentó en su cama con la caja en las piernas y revisó los objetos que le había quitado a Bakugō por puro capricho.

Un collar de dientes hecho por el mismo Bakugō, una pelota antiestres la cual al momento de escogerla le había hecho mucha gracia y se había burlado de él por intentar calmar su ira, unos audífonos y lo más valioso que Bakugō se negaba a darle -aun más que los demás objetos- era una tarjeta de All Might de cuando era niño.

La tomó y la arrugó cerrando fuertemente el puño aguantando las ganas de quemar aquella tarjeta.

Midoriya le había contado de aquel día en el que a él y a Bakugō les había salido la misma tarjeta.

Por eso Bakugō se aferró tanto a ella.

Y Todoroki se aferraba a ganar, no importa a cuantas personas besara, él ganaría a la semana una cosa más del rubio.

Aunque no importaba tampoco a cuantas personas besaba, pues ninguna de ellas sería Bakugō.

.....
Correcciones: LuciaCMtz

Gracias por la corrección y apoyo <3 UwU

Box of Kisses. [TodoBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora