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-Todo,todo pero todo mi trabajo a la basura por culpa tulla. Dijo Héctor furioso.
-Lo siento de verdad mucho señor,no me fijé en la distancia de la base señor. Dijo Escarlet
-Entonces dices que estás ciega... No juegues conmigo Escarlet este es un circo muy conocido y experto, no una feria rural donde puedes bailar como se te plazca. ¿Qué? ¿acaso quieres que te corra. Dijo Héctor.
-(En llantos), no señor se lo ruego señor. Este circo es lo único que tengo. ¿Cómo aliméntate a mis hijas?. No me vuelvo a equivocar señor se lo juro....
-No jures Escarlet. Ya estás despedida.
-Señor se lo ruego por favor.... no tengo a donde ir.
-Ese no es problema mío. Sabe. Voy a hacer que le quiten a sus hijas.
-No señor se lo ruego. Aunque me pague un centavo al show. No me las quite.
-Guardias llévensela.
-Señor sea compasivo solo tienen 2 años.
-Ya tome mi decisión Escarlet.
-Ah. Y entréguenle esta carta al juez a ver qué hace con las niñas.

Los guardias salieron con Escarlet y la carta. En eso entra a La Oficina Ehuliz el payaso.
-Disculpe señor. Se puede....
-(interrumpiendo) No. No hay permiso de que Hable Ehuliz.
-¡Señor!. Sin ella el show no será el mismo.
-Pues que espera. Dígale a un guardia, al que sea, que venga ahorita mismo.
-Si señor. Algo más señor.
-No. ah. Y Ehuliz. No me vuelva a gritar.
-Si, señor.
-Espera. Dile a Mauricio. A ver si se digna a venir.
-Si señor, con su permiso señor.

En camino a La Oficina de el guardia Ehuliz escucha a Camila (una de la bailarinas) quejarse por teléfono. Pero esta no dejaba de decir "querida". Por lo que el payaso pensó que se trataba de la hermana menor de esta. Hay Camila. Siempre quejándose de todo. Sin embargo, yo la sigo queriendo se dijo entre risas y suspiros el risueño payaso, al alejarse de la carpa donde se encontraba practicado la hermosa chica él empezó a bailar y a bailar como si se tratara de un bals, todo  conectaba, su baile,su felicidad,su amor, todo en un simple paso de baile. -Que locura. Se dijo así mismo entre su sonrisa y su sonrojo. Debajo de el maquillaje de payaso. Y se hizo un cumplido: no importa lo de afuera si no lo de adentro. Puede que mi sonrisa te asuste, pero ojalá y mis sentimientos no.

El baile del hilo rojo Where stories live. Discover now