¿Seungcheol, con cuál te quedas? // jihancheol

Única parte.

hola, sí. no pregunten qué mierda es esto, tenía ganas de un jihancheol en el que estÉn los TRES juntos, no seungcheol peleando por uno o por otro, gracias ahre.

ah, sí. es un intento muy malo de humor, rip yo porque en realidad mi sentido del humor en kk.

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Seungcheol conoció a Jeonghan un dieciséis de febrero, en alguna de las -escasas- calles vacías de Seúl. El mayor se había retirado de una fiesta de fin de curso completamente ebrio a las cuatro de la mañana, con mareos y con su cuerpo yendo de derecha a izquierda con cada paso que daba.

Todos pensarían que, el próximo protagonista, sería el típico chico bueno que ayuda a cualquiera.

Bueno, no.

Jeonghan no lo encontró casi muriendo en la calle y lo decidió llevar a su casa para que descanse, dándole de comer y sonriéndole tan lindo que seungcheol quedaría enamorado sin siquiera saber su nombre.

No.

Tecnicamente, sí lo encontró casi muriendo en la calle.

Jeonghan se acercó a él, conociéndolo luego de salir hace varios minutos de la misma fiesta, y con risas inundando el ambiente (más los quejidos y carcajadas del mayor) comenzó a sacarle fotos a la demacrada y cansada cara de Choi. Luego, cuando ya había vomitado tres veces y estaba temblando, decidió preguntarle su dirección y acompañarlo a su casa.

Claramente, en todo el camino había aprovechado para empujarlo varias veces, haciendo reír al más ebrio de los dos. Charlando como si fueran dos amigos de hace más de diez años, el menor lo arrastraba cuando se quedaba mirando estupideces en los árboles o se reía cuando se caía.

En fin, así fue su primer encuentro.

Seungcheol, al otro día, recibió un mensaje bastante irrespetuoso que rezaba, con palabras abreviadas y varios espacios de más, que lo encontrara en la cafetería cerca de la aclamada fiesta.

Con dolor de cabeza, Choi se levantó de su cama, queriendo morir en breve, y luego arrastró sus pies hasta el baño.

Cuando Seungcheol llegó a la tienda y el olor amargo lo rodeó, pudo ver un rostro vagamente conocido entre las pocas personas que habían allí.

Otra vez, por si no lo notaron, Jeonghan no era normal.

¿Seungcheol recibió otro texto diciéndole "Soy yo, acércate a la mesa nueve"?

No. Seungcheol fue recibido con un hombre de más o menos su misma altura agitando sus manos como loco y moviendo su celular, gritando "¡Ayer estabas muy feo, bonito!".

Ay, Jeonghan.

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A Joshua, o Jisoo, lo conoció en una situación más simple, pero también menos avergonzadora.

Estaba esperando el transporte público, con su celular en mano recibiendo mensajes sin pausa de su novio de más de dos años, cuando un extraño se situó a su lado. Su ropa tenía colores iguales a la suya, simplemente que estaba más ordenada (Jeonghan, todo culpa de Jeonghan).

Con una simple mirada de reojo, pudo notar que el extraño era bastante delgado, tenía una de las facciones más tiernas que vio en toda su vida y, además, iba a su mismo instituto.

Intentó sonreírle, pero cuando el otro se dignó a mirarlo, volvió la mirada nuevamente hacia sus manos, con un pequeño temblor de ellas y un bonito rosado decorando sus mejillas. Sin embargo, mantuvo su expresión tranquila y seria.