Cuando hablas me viene a la mente
la imagen de un corazón desordenado;
y todo ese caos en ti
en mis oídos se llama calma.
Tus cuerdas suaves
se agitan y vibran entregadas,
y emiten sonidos más allá
de donde querría resbalar mi lengua.Cuando callas no existe en mi mente
ese típico horror del silencio incómodo;
y todo ese equilibrio en ti
en mis manos se traduce en calma.Tu timbre fuerte y decidido
irrumpe armado de protesta
y la revolución que se lucha por dentro
lleva toda entera tu nombre.Cuando susurras y jadeas,
juegas a buscarte
y tu voz se hace húmeda y espesa,
me lleno de escalofríos y al explotar, todo se traduce en calma.El agua de tu cuerpo quema
y tu piel grita tregua.
Todo ese caos en ti
es mi paz tras tiempos de guerra.