El despertar de un ángel

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Capitulo 2

Narra Jack:

Huyo con mi ángel y su sangre me mancha las manos mientras la cargo, sus parpados esconden sus ojos, su cabello al moverse libera un hermoso aroma que me embriaga, sus labios rojos me resultan tan atractivos que quiero besarla, pero su herida me recuerda que necesita ayuda.

La llevo al único lugar que no puede ser tocado por el invierno, la madriguera del conejo de pascua, un lugar tan cálido que a mí me mantiene tibio, lindas praderas se extienden hasta el horizonte, las flores dan un exquisito olor que te sumerge y te hace olvidar todo lo malo, pero en esta ocasión mi ángel opaca ese aroma proveniente de las flores, sus gotas de sangre caen sobre el pasto. Conejo no tarda en aparecer, me ve confundido y sorprendido por el ángel que llevo entre mis brazos, se acerca a verla mientras lo observo, al notar que está cerca de ella y planea tocarla, la alejo de sus patas, no quiero que la toquen, quiero ser el único en hacerlo, pero Conejo insiste antes de decirme:

-Jack, esta chica esta herida, déjame ayudarla.

Por instinto retrocedo, no quiero que me la quiten, pero siento un liquido caliente en mis manos, ella sangra y no se detiene, debo dejarla con Conejo, pero la quiero para mí, solo para mí, la idea de ver esos ojos escondidos es lo que me obliga a dársela a Conejo.

_Solo no…. No la lastimes- le advierto mientras sujeto con fuerza mi cayado, resistiendo el impulso de atacar a Conejo por tocar a mi ángel.

-Tranquilo amigo, ella estará bien- me mira a los ojos para demostrar su sinceridad antes de irse hacia unos árboles junto con mi ángel.

Espero ansioso, no puedo estar quieto, mis pies me tienen de un lado a otro esperando a mi angelito, la espera me es eterna, cada segundo es una agonía, porque  cada parte de mi cuerpo desea verla, tocarla, cuidarla, solo tuve a ese ángel unos minutos en mis brazos y me ha robado el corazón, me ha vuelto su esclavo. No sé nada de ella, solo que deseo permanecer a su lado para siempre.

Conejo sale de entre los arboles con sus patas manchadas de sangre, lo miro impaciente y floto hacia el solo atosigándolo con preguntas de cómo esta ella, Conejo me mira sorprendido puesto que nunca me había visto tan ansioso por alguien, me toma de los hombros y me dice con calma:

-Jack ella está bien, solo está cansada, pude cerrar sus heridas, ahora solo tengo una pregunta…. Jack, ¿Dónde encontraste a la chica?

-Cerca de un lago congelado, en un bosque cercano, bajo un frondoso árbol, rodeada de rosas azules, estaba cubierta por mi nieve y completamente sola, por eso la salve- le digo mientras él me encamina hacia los arboles donde esta mi hermoso ángel.

-Jack…. Mira, no sé quien pueda ser esta muchacha, mañana iremos al polo para preguntarle a Norte, debemos saber quién es y como llego a ese bosque tan mal herida.

-Está bien…..- respondí desanimado, no quería que vieran ni tocaran a mi ángel.

Mire a Conejo antes de pasar entre los árboles para ver cómo estaba, lo que vi hay dentro me dejo anonadado, mi ángel estaba despierto y me veía con esos hermosos ojos azules, tan azules como el mismo mar. Mi corazón se acelero y quedé hechizado. Ahora lo sé…. La amo….

Ángel NegroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora