Amortentia

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Buenas!! He aqui mi primer one shot en Wattpad, inaugurando mi cuenta con un Drarry totalmente inesperado, basándome en una imagen de Tumblr que anda rondando por allí. Espero les guste y lo disfruten tanto como yo.

Draco estaba completamente harto, más que harto, estaba totalmente hasta los putos cojones de que todos los malditos idiotas que lo rodeaban lo mirasen con esos ojos de peces fuera del agua. Sí: había sido liberado de todos los cargos igual que su madre, sí: su padre estaba en Azkaban nuevamente y sí, ¡Maldición que sí! Harry jodido Potter fue quien los salvó de la prisión y McGonagall fue quien lo arrastró a pasar su puto 8vo año en Hogwarts porque "no podía quedarse sin educación y tenía un gran futuro por delante", futuro sus pelotas, ¿Quién querría contratar a un jodido mortifago?, en fin. Estaba demasiado cansado de que lo miraran de esa manera cada vez que caminaba por los pasillos, como si quisieran recordarle todas esas cosas que él pensaba cada noche antes de dormir.

Lo peor de todo es que no podía quitarse de la cabeza al idiota cararajada, no podía olvidar la manera en que lo había mirado en el juicio o aquellas leves miraditas que le daba de vez en cuando como si quisiera asegurarse de que él estuviese bien, ¿Cómo rayos iba a estar bien después de todo eso?, sus padres casi mueren, fue torturado, Voldemort casi lo destruye, aun soñaba con Dumbledore cayendo desde la torre de astronomía, podía sentir el fuego desde La Sala de Menesteres cuando estaba a solas, sus piernas temblaban al subirse a una escoba... Por Merlín, ahora solo era un estúpido despojo de lo que alguna vez había sido y esa horrible marca en su brazo, ¡Joder!, esa maldita marca era más de lo que podía soportar. 

Pero Potter no dejaba de mirarlo y Draco se había descubierto a si mismo respondiendole, dandole una mueca que casi podía parecer una sonrisa. Cada vez que se sentaba a solas en el comedor, compartían leves miradas y sonrisas, como si Potter se alegrara de ver que aun continuaba vivo y Draco se alegrase de que San Potter se alegrara. Era una puta mierda, Draco lo sabía y no tenía ni un maldito amigo con quien comentarlo.

Ese día iba tarde a Pociones, la clase que amaba a pesar de la prescencia de Slughorn el cual parecía estar a los pies de Harry y besar el suelo que pisaba el moreno; odiaba ir tarde a cualquier lado porque los Malfoy's nunca llegaban tarde y odiaba que fuese por haber estado en la enfermeria por 3ra vez esa semana solo por el simple hecho de ser un "ex mortifago", cosa que aprovechaban a cada instante para hacerle hechizos zancadillas o atacarlo por la espalda con cualquier idiotez. El punto, es que iba tarde y sumamente molesto, tan molesto que incluso iba mascullando por lo bajo miles de maldiciones a todos los Ravenclaw que lo observaban por el camino, ¿Acaso no tenían una maldita clase a la que ir?. Una vez que llegó al salón abrió la puerta sin siquiera tocar, ni preguntar y lo primero que sintió fue olor... Ese jodido olor.

- ¡Maldición!, ¿Por qué todo el jodido salón apesta a Potter? - Gruñó en voz alta, provocando un silencio sepulcral en toda el aula, algo que obviamente no era muy común. Escuchó a Sulghorn carraspear mientras poco a poco las risitas comenzaban a hacerse presentes.

- Estabamos realizando las practicas de pociones, Señor Malfoy, ha sido el turno de la amortentia, ¿Ha encontrado desagradable el olor? 

¡Por Salazar!

Le faltaron segundos al rubio para que los colores se le subieran al rostro, además, el maldito vejete se estaba burlando de él de manera épica, muy Slytherin de su parte. Sus ojos inconscientemente buscaron los de Potter, encontrándose con un rostro casi tan sonrojado como el suyo y una leve sonrisa divertida y, ¿Esperanzada?, ¿Qué le pasaba al idiota cararajada?, antes siquiera de seguir pensando, dio la vuelta y salió corriendo del salón a toda velocidad.

AmortentiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora