FADED

215 13 0
                                    

Taehyung, escribo esto porque ya no sé qué más hacer. Han pasado días desde que te fuiste, desde que terminamos. Borraste todas tus redes sociales, que en realidad no usabas tanto porque sabes que me dan celos las fotos que subes con alguien que no soy yo. Tampoco avisaste a tu familia ni amigos de que te marchabas, mucho menos a mí.

Escribo esto porque quiero pedirte perdón. Quiero sacar a la luz estos pensamientos que me carcomen por dentro, que me provocan un dolor terrible en el pecho, y que al no tenerte aquí, no puedo expresar. Por eso me debo conformar con un cuaderno, aquel de tapas azules, en donde te escribía canciones los primeros meses que salimos. Aquel que abandoné en el mismo tiempo en que aparecieron los celos. Tiempo en que me di cuenta de que yo no era el único que veía en tí algo especial. Comencé a notar que tenías muchos amigos, en cualquier parte, que siempre te saludaban y se quedaban hablando un buen rato contigo, casi sin notar mi presencia. Las primeras veces que esto pasaba, yo tomaba tu mano, demostrando que tenías a alguien, que estabas ocupado. Depués solo me alejaba, harto de tantos desconocidos que querían llamar tu atención, que te miraban como sólo yo debía mirarte.

No me daba cuenta de que sólo ellos te miraban así, mientras que tu también te sentías incómdo de las interrupciones.

No notaba que la mirada que me dabas a mí era mucho más especial de la que ellos podían darte, o de la que tú le dabas a ellos. Estaba ciego de celos. Perdón, por no ver todo el amor y sufrimeinto que te causaba. Si tan solo te hubiese visto solo a tí y no a esos extraños...

Sin tí estaba perdido. Lo sigo estando. Tengo miedo a que me olvides, de que tus recuerdos de mí se vayan desvaneciendo a medida que pase el tiempo. Tal vez quieras olvidarme, borrar de tu mente los malos momentos que has pasado por mi culpa. Y lo entiendo perfectamente. Los ultimos días que nos vimos fueron horribles. Te traté mal, te ignoré, te grité. Peleaba contigo por cosas que creía que eran importantes, pero que me doy cuenta, demasiado tarde, de que eran insignificantes. Aún así, guardo la esperanza egoista de volver a verte y poder compensartelo todo, de poder empezar de nuevo.

Recorrí todos los lugares de Corea en los que creí que estarías, sin resultado alguno. Cada vez que entraba en algún pueblo o ciudad, el corazón me latía a mil, pensando en que aparecerías en cualquier momento; y cuando me iba, el vacío que sentía en el pecho dolía más.

Luego de Corea, fui a la playa de Hawaii que tenías de protector de pantalla en tu computadora. Allí, busqué el bar más pintoresco y bullicioso que había. Sé que te gusta ese tipo de lugares. Aunque dejaste de frecuentarlos por que a mí me daban dolor de cabeza. Perdón, una vez más. Si te encuentro, prometo acompañarte siempre que quieras.

Fue fácil encontrar el bar indicado: luces de neon en la barra, flores, colores, música pegadiza. Sin embargo, al preguntar por tí y mostrarle tu foto al bartender, él me dijo que no te había visto. Decepcionado, me senté en un banco frente al lugar, pensando que tal vez no habías ido a Hawaii, por miedo a que te encuentre.

Miré a mi alrededor, pensado a donde más pudiste ir. Entonces me percaté de que el bar dos negocios a la derecha, en frente, se llamaba ¨Sugar Free¨, como la canción que tanto te gustaba cantar y bailar a lo tonto... como mi apodo, ¨Suga¨, que tu me diste, no por mi dulzura, obviamente, sino por mi piel tan blanca.

Le mostré tu foto, mi favorita, la que te saque cuando no te diste cuenta, un día que no sabíamos que hacer, y tu sólo te pusiste a hacer payasadas para entretenerme. Me sorprendí cuando el hombre te reconoció, me dio esperanzas al decirme que nunca había visto a alguien tan alegre y jovial como tu, que cambiaste totalmente el ambiente relajado del bar por uno más divertido. Pero sentí una punzada de culpa cuando me dijo que a pesar de tu sonrisa, pudo distinguir un dejo de melancolía en tus ojos. Y que mirabas hacia atrás, a la entrada, de vez en cuando, como si esperaras a alguien. A alguien que llegó tarde. Hacía tres días que te fuiste de Hawaii.

DesvanecidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora