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Capítulo 1: Las preparaciones para la mudanza

Esther siempre ha sido una chica un tanto solitaria, esto debido a que ya se había cansado de hacer amigos y terminar por dejarlos al mudarse nuevamente de ciudad por el trabajo de su padre. Debido a esto, sus ganas por socializar con sus nuevos compañeros de clases ya eran casi nulas.
Al terminar las clases, su familia tendría que mudarse a otra ciudad nuevamente. Esta vez irían a Francia; Nuevas oportunidades, un mejor instituto y, quizás, este año haría amigos como en los viejos tiempos.
Un día anterior a la mudanza, Esther tendría que empacar sus cosas junto a su madre y padre. No quería olvidarse NADA, aunque todos los años terminaba por dejarse algo importante.
- A ver... Ya he guardado mi ropa, zapatos, cepillo de dientes y mi teléfono ya está cargado. ¿Qué es lo que me falta? -Se preguntó Esther, sabiendo que le faltaba algo esencial, algo que no podría olvidarse por nada del mundo. -¡Oh! ¿Como pude olvidarme de algo así? ¡Luna! - Luna era su almohada-peluche. Sin este, ella no podía dormir ni aunque estuviese por desmayarse del sueño. Era un peluche muy especial para ella, esto debido a que se lo había regalado su abuela (Quien ya está muerta) cuando esta era aún una niña. Era el único recuerdo que le quedaba.
-Ahhhh... ¡¿Dónde podrá estar?! ¿Lo habrá tomado mi madre? - Dijo esta, muy desesperada.
-¡Mamá! ¿Has visto a Luna? ¡No la encuentro por ningún lado- Dijo la joven a todo pulmón, pero esta no ha obtenido respuesta alguna, por lo qué decidió hablar con su madre en persona. Esta estaba en el piso de abajo. Para ser exactos; En el living.
- Mamá, ¿has visto a Luna? - Esta sigue sin obtener respuesta alguna.
- Mamá, ¡deja de ignorarme, te estoy hablando! ... ¿Has visto a Luna? Dime qué no la has puesto a lavar. - Su madre seguía ignorándola. Pero esto no es nada nuevo para ella, puesto que siempre pasaba cuando su madre veía su imperdible novela; "Dulce amor" Cada que la veía, todo dejaba de existir para ella, incluyendo a su única hija, Esther. Esta era la típica novela que toda madre debía ver.