La mesa de corte deja marcas de presión en mi piel y tengo que frotarlas para que la sensación en mis codos vuelva. La cafetería es ruidosa, como de costumbre, con grupos charlando entre sí en todas las mesas. El silencio es una rareza. Tengo amigos a mi izquierda y derecha, compañeros iniciados que están chismeando acerca de la tarea de iniciación de hoy.
La iniciación en Cordialidad no está estructurada como en algunas de las otras facciones. La idea es promover la bondad natural y fomentar el deseo de ayudarse mutuamente. Se espera que cada iniciado ofrezca voluntariamente su tiempo a ayudar en tantas formas como sea posible. Haz esto con éxito y serás añadido a la lista oficial de la facción. La lista no es totalmente necesaria - el trabajo se hará de todos modos - pero en aras de paz las tareas se rotan entre los miembros; teniendo en cuenta cualquiera de las otras carreras que tienen para completar, por supuesto. Personalmente, estoy entre convertirme en una enfermera y trabajar en la guardería en la ciudad. Estoy masticando distraídamente una zanahoria cuando mi amiga me sacude el hombro para llamar mi atención. Camie me sonríe. Ella es nacida en Cordialidad como yo y ha sido mi amiga desde que éramos muy jóvenes.
"¿Te sientes bien hoy, Belle?"-me pregunta. Un destello de preocupación pasa a través de sus ojos, pero su sonrisa no decae. "Pareces distraída y apenas has tocado el desayuno. "
Le devuelvo una sonrisa con facilidad, aunque mis pensamientos permanecen dispersos. "Estoy bien, Camie," digo. "Sólo un poco nerviosa acerca de escoger una carrera después de la iniciación"
Eso es parcialmente cierto. Sin embargo, no menciono mi preocupación con Eric. Camie me da un abrazo tranquilizador. "Bueno, tengo que irme", dice ella, poniéndose de pie. "Estoy ayudando a algunos de los consejeros en la escuela. Tengo que ir a tomar el autobús en la ciudad." Saluda mientras se aleja. Suspiro y me quedo así. Soy requerida en los lavaderos hoy.
El paseo por el pasillo de madera se siente como una eternidad. Mis pensamientos cambian, como lo han hecho tan a menudo últimamente, regreso al otro día. Regreso a la cerca. De nuevo a él. Mi corazón se agita cuando la imagen de su rostro aparece en mi mente. Pero entonces recuerdo la realidad, la imposibilidad. Un frío entra en mi pecho, extendiéndose a todos mis miembros, congelando mis dedos y mis pies.
Suspiro. Va a ser un largo día.
Deslizo la plancha sobre la tela arrugada de un vestido color rojo antes de pasar la pieza de ropa recién planchada a mi compañera para que la doble. Hemos estado trabajando en silencio durante toda la mañana, perdidas en nuestros propios pensamientos. Inusual para Cordialidad, pero no estoy de humor para hablar. Tengo suerte de que mi compañera sea una transferida de Erudición. Erudición. Una imagen de Eric vestido de azul con una expresión ansiosa viene a mi mente. La plancha hace un pequeño ruido y me doy cuenta que casi he quemado un agujero en una camisa amarilla.
"Coloe?" pregunto tímidamente, de repente desesperada por información.
Deja de doblar y me mira. "¿Sí?"
"Solías ser de Erudición ¿no?" Trato de ignorar el ruido nervioso de mi corazón. No quiero entrometerme, pero tengo que saber.
"Sí. Erudita de nacimiento", responde, su lenguaje todavía demasiado formal para Cordialidad. "Sin embargo, me pareció bastante difícil mantener un nivel académico de tales magnitudes. Elegí Cordialidad porque quería seguir siendo útil a la sociedad. Aquí, todavía puedo ser una parte esencial de la sociedad”.
Asiento con la cabeza. Es un deseo común, la necesidad de ser útil. Un deseo similar me sostiene para convertirme en una enfermera. "Y.." Me aclaro la garganta, "¿Tuviste que dejar muchos amigos? "
"Unos pocos," contesta, "pero desde que llegue aquí, he hecho muchos más." Ella me sonríe y yo trato de devolverle la sonrisa. Volvemos de nuevo al ritmo con el que trabajábamos. Trato de reunir el valor para preguntar lo que realmente quiero saber.
" ¿Tu - ? " Trago saliva tratando de aflojar la sensación de pegamento en mi garganta. "En Erudición, ¿conocías a alguien de nuestra edad llamado Eric?"
Ella se queda callada durante tanto tiempo que estoy segura de que he pasado mis límites. No la miro hasta que finalmente contesta
" Sí, lo conocí . Bueno, supe de él. No hablamos personalmente, a pesar de que se encontraba en varias de mis clases en la escuela. ¿Por qué lo preguntas? "
Respiro hondo antes de responder. Decidí decirle la verdad - lo más vagamente posible. "Lo conocí el otro día. Me preguntaba si tal vez podrías decirme algo más acerca de él" Coloe me mira fijamente y prosigo " O algo... "
Ella me evalúa por un tiempo y siento el estrés de la sospecha. Eventualmente, ella se da la vuelta y responde a mi pregunta "Era un genio. Uno de los favoritos de Jeanine. Pero estar en arriba lo cambió. Lo hizo cruel. Vicioso. No es ninguna sorpresa que se haya trasladado a Osadía”
" Oh.." Es todo lo que puedo pensar en decir. "Gracias. "
El silencio vuelve y nada más se habla entre nosotras.
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En mi sueño me encuentro en la azotea de un edificio. El viento mueve mi cabello, pero no es lo suficientemente fuerte como para preocuparme. Miro hacia abajo y veo que estoy usando pantalones de mezclilla oscura y un top negro. Las luces de la ciudad brillan en la noche. Oigo pasos y giro para ver a Eric de pie detrás de mí. Sonrío y camino hacia él. Él envuelve sus brazos alrededor de mí y estoy tan cerca que puedo sentir el latido de su corazón contra mi pecho. Sus labios tocan los míos, ligeramente al principio y luego con más presión.
A medida que nos besamos en la azotea, todas las luces de la ciudad se extinguen. Nos abrazamos en la oscuridad.
Despierto con la almohada en la boca y toso por la incómoda sequedad en mi boca. Me siento con un suspiro e intento desenredarme de las sábanas.
El reloj más cercano marca justo después de la medianoche, pero estoy tan despierta ahora que más horas de sueño están fuera de la cuestión. Me levanto de la cama y me cambio en algo más correcto para usar. Me desplazo por la residencia de estudiantes y en el pasillo, trato de que el crujido del piso no despierte a nadie. Fuera el aire fresco de la noche me calma, huele a tierra, fruta y familiaridad.
Camino por un largo tiempo en la oscuridad, tratando de disipar la energía ansiosa que me consume. Me temo que he hecho la elección equivocada. En un momento me encuentro en la cerca. No me había dado cuenta de que me estaba dirigiendo en esta dirección.
Me quedo mirando la puerta sin ningún plan. Escucho pasos que suenan cerca y mi corazón vibra salvajemente. Me doy vuelta y rayos de luz golpean mis ojos. Me estremezco y las luces se alejan de mi rostro. Delante de mí hay dos mujeres, guardias de Osadía. Ellas son mayores que yo, pero no por mucho. Uno o dos años tal vez.
" ¿Qué estás haciendo aquí ? " pregunta una de ellas . "Esta área está fuera de tus límites en este momento de la noche. "
Asiento con la cabeza. "Entiendo " le digo, tratando de sonreír. "Simplemente no podía dormir, así que estoy dando un paseo". A lo lejos oigo el sonido del tren y tengo el deseo repentino de sentir el viento en mi cara. "Pensé que tal vez si me sentaba en el tren por un tiempo... " alargo la frase, dándome cuenta de lo ridícula que debo sonar.
El guardia rubia levanta sus cejas hacia mí "Petición inusual para una muchacha de cordialidad. "
Me encojo de hombros, "Tengo muchas cosas en mi mente. Solo quería un poco de tranquilidad. "
Las chicas intercambian una mirada y luego asienten levemente. "Está bien ", dice la primer chica con un suspiro. "Vamos a dejarte pasar. Pero si no estás de vuelta antes de que termine nuestro turno, estás en un gran problema. Tienes dos horas. "
Sonrío y abrazo a las dos con emoción. "Gracias, gracias, gracias!"
Abren la reja lo suficientemente amplia como para que pueda deslizarme a través de ella. "Soy Belle , por cierto ", les digo.
" Emily ", dice la rubia con una sonrisa.
" Samantha ", dice la otra.
Les doy las gracias de nuevo y corro a través de la puerta