Querido Amor...

Nos hieren, sonreímos, sigue doliendo pero seguimos sonriendo...

Pensamientos de Clara.
"Pensamientos de Marina."
Pensamientos de Carlos.
Pensamientos de Claudia.
*Mensajes de WhatsApp.

Fui a despertar a Marina, tenía que comer.

Clara: Amor...

Marina: ¿Sí...?

Ella ni siquiera había abierto los ojos.

Clara: Tienes que comer...

Marina: Vale...

Me esperé unos minutos a que se acabara de despertar. La cargué en mi espalda para llevarla a la cocina.

Marina: ¿Sabes? Nunca te había imaginado llevándome a caballito...

"Me hizo gracia la situación, ella me trataba como si fuera su reina."

Clara: Seguro que tampoco te habías imaginado tener una novia menor y que se pasa la mitad del día haciendo ejercicio.

"Sonreí. Ella me dejó en el suelo cuando llegamos a la cocina."

Marina se puso a comer. Me inquietaba ese mensaje de su ex.

Clara: Tu ex...

Me miró a los ojos.

Marina: ¿Qué pasa?

Clara: Te ha mandado un mensaje...

"Cogí el móvil, me metí en la notificación de WhatsApp."

Clara: Perdona... No debería haberlo mirado...

Marina: No pasa nada, no me importa... Además, sabes que yo no te escondo nada, enana...

"No sabía si debía contestar al mensaje."

Clara: ¿Qué le dirás?

Marina: Pues no lo sé... ¿Tú que le dirías?

Clara: Pues creo que le preguntaría que por qué quería verme y dependiendo de la respuesta, quedaría con él o le diría que no.

"Me detuve un instante para pensar, entonces reaccioné."

*Marina: ¿Por qué quieres que nos veamos?

"Carlos contestó al momento."

*Carlos: Es importante, por favor...

"Miré a Clara."

Clara: Dile que venga aquí, yo estaré contigo.

Marina: Está bien...

*Marina: Ven a mi casa cuando quieras.

*Carlos: Voy para allá.

Pasaron diez minutos, el timbre sonó.

Fui a abrir la puerta pero Marina me interrumpió.

Marina: Él no significa nada para mí, lo sabes ¿Verdad?

Me di la vuelta, la miré a los ojos.

Clara: Lo sé...

Me acerqué a ella, la besé.

Clara: Te quiero...

Ella estaba sentada en una de las butacas del salón, tenía las muletas al lado pero yo no le permitía estar de pie pudiendo estar descansando la pierna.

Marina: Yo también te quiero...

Me dirigí a la puerta de nuevo. Esta vez, la abrí.

Cuando vi a Clara, no supe como reaccionar. No había pensado más en ella, no sabía que iba a estar allí. Miré a Marina.