Harry frunció el ceño y abrió solo un poco los ojos.
¿Qué había pasado?
Ah sí, la había cagado.
Parpadeo un poco ya que sus ojos estaban algo hinchados por haber llorado demasiado, se sentó y sobó sus ojos con sus manos hasta que escuchó unos ruidos en la planta baja.
"¡Harry! Hijo ya estoy en casa" él se asustó un poco al escuchar a su mamá subir las escaleras, ella no tenía que saber lo que pasó. "¿Bebé? ¿Estás ahí?" volvió a llamar cada vez más cerca de su habitación.
Rápidamente fue a su pequeño baño y se miró en el espejo que allí había.
Dios.
Sus ojos estaban rojos e hinchados y sus mejillas de un tono exagerado de rojo. Abrió el grifo y se lavó el rostro lo mejor que pudo para que disimule un poco el desastre. Volvió a verse a través del espejo e hizo una mueca, seguía igual.
"Hijo, abre la puerta traje algo para ti" Anne dio unas cuantas tocadas a la puerta y Harry estaba considerando saltar por su ventana.
Inhalo profundo y suspiró, caminó hacia la puerta y tiró de la perilla para quitarle el seguro. Cuando estuvo cara a cara con su mamá trató de sonreír un poco pero justo cuando estaba a punto de abrazarla ella abrió exageradamente la boca.
"¡¿Qué te paso?!" Sintió las manos de su mamá recorrer todo su rostro mientras que fruncía demasiado el ceño. "¿Paso algo, cielo? ¿Quieres hablar un poco? Vamos a hablar."
Anne no perdió el tiempo y jalo a su hijo dentro de la habitación sentándose a su lado en la cama.
"Mami no pasa nada enserio, solo estaba leyendo algo m-muy triste y me dio mucha pena." volvió a mentir, sabía que él era pésimo haciéndolo pero tenía que intentarlo.
Su mamá entrecerró los ojos, sabía que algo le estaba ocultando. Conoce demasiado a su hijo, ni cuando murió su pequeña gatita lloró de esa magnitud.
"Pequeño, sabes que no me gustan las mentiras."
El menor estaba a punto de entrar en pánico, su mamá no pararía hasta que le diga la verdad pero él no quiere preocuparla, ella ya tiene suficiente con sus deberes de la casa y el trabajo para que le dé una preocupación más.
"N-no estoy mintiendo mamá ense-" se detuvo cuando vio a su mamá cambiar de cara a una aún más preocupada.
¿Ahora qué?
Oh, maldición.
Sus moretones.
"¡Jesús! ¡Harold más te vale decir la verdad o se lo diré a tu padre!"
Harry palideció, su papá era capaz de hacer cualquier cosa si descubre que lo golpearon y lo peor. Que él no se defendió. Trató de tapar sus piernas con las mantas de su cama pero fue inútil, su mamá ya lo descubrió.
"M-me caí de las escaleras mami, sabes que soy algo torpe." trató de que su voz salga lo más creíble posible.
Su mamá apretó con fuerza su mandíbula y sintió una lágrima escapar de sus ojos, siempre era lo mismo. Harry siempre le ocultaba todo, ella sabía, sabía que su hijo estaba en un hoyo pero acaba de descubrir que él no quería salir de ahí. Necesitaba ayuda pero solo se negaba, ella sentía tanta impotencia al ver como su pequeño niño alegre, que trataba a todos con cariño poco a poco se iba desvaneciendo.
"¿Quieres ayuda? Hijo mío sabes que yo siempre te voy a apoyar, no importa que sea. Soy tu madre, Harry. Te conozco perfectamente para saber que algo te está pasando, últimamente te oy muy retraído. Tu padre quiere verte pero siempre te niegas a hacerlo, ya no comes a tus horas o simplemente no lo haces. Dime ¿Estas bien? ¿Alguien te hizo algo? Sé que no soy la mejor madre, trato de darte todas las comodidades que están a mi alcance ¿Es eso? ¿No te doy lo suficiente? Yo voy a empezar a tomar dos turnos, la paga es buena juro que no te faltará nada pequeño " Para ese punto Harry estaba llorando, su mamá es tan buena con él. No puede hacerle eso, ella no lo merece.
