PROLOGO

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Mañana.

Poderosa palabra, es común decir te veré mañana, quizás en otro momento, ¿mañana tal ves?, aun no puedo entender que una frase y esa tan usada palabra aveces carente de significado allá cambiado mi vida para siempre.

Cuando era pequeña en la escuela nos hicieron leer los mitos y leyendas de Chile, había un cuento dentro de ese libro llamado el huaso que engaño al diablo, decía; "había un huaso muy pobre llamado Bartolomeo que engaño al diablo, firmo un contrato con el por un día en donde el diablo le daba riqueza, mujeres todo lo que deseaba, pero al día siguiente el diablo llevaría su alma al infierno, a pesar de que bartolomeo no podría educación algúna no era ni un tonto, escribio en el contrato pactado con sangre que satán no lo llevaría hoy sino mañana" , ya saben por donde va la historia, cuando el diablo lo vino a buscar cada día era mañana, nunca pudo llevar su alma mortal al infierno.

Esta historia siempre quedo en mi memoria creo que me dio a entender que hay un lado del bien y el mal en las personas, que las mentiras y los engaños nos dejan ciegos de la realidad y que un buen mentiroso puede engañar al mas grande de ellos, parece ilógico que un ser humano común y corriente pudiera engañar al rey de los embusteros, ¿imposible? no lo fue, esa delgada linea me llevo a cuestionarme que somos confiados, manipulables e ingenuos y que siempre habrá alguien mas listo que nosotros.

Sin duda no esperaba que el destino me engañara tan cruel como lo hizo.

Estaba en clases de ballet en la tarde del viernes como en cada semana desde que tengo 8 años, participaba en varias actividades extracurriculares dentro del colegio, estaba en debate los lunes, servicio a la comunidad los miércoles, los jueves participaba en tutorias en la biblioteca, a pesar de mantener contacto con tantas personas cada día no era muy sociable, tenía amigos pero no de esos que sabes que continuaran siendo amigos para toda la vida, aun no tenía nada de eso, pero no podía quejarme era feliz tenía a mis padres conmigo, tenía personas que me amaban y a pesar que por sus trabajos no los veía mucho sabia que siempre estarían ahí para mi, como los desayunos del fin de semana, los almuerzos cortos pero llenos de risas, las peleas incluso eran memorables, pero los momentos que mas atesoro son los mas simples y banales como cuando pasaba por la oficina de papá y el estaba en su escritorio leyendo algún libro y levantaba su mirada al oir mis pasos y me sonreía, solo sonreía y yo era feliz o cuando mamá me arropaba cada noche desde que tengo memoria, me daba un beso en la frente, y me decía que me quería mucho, que era su sol.

Amaba esos momentos.

Pero todo acabo, al llegar a casa ese día y al pasar por la oficina de papá ya no vería su sonrisa, y mamá no volverá arroparme cada noche y decirme que soy su sol, ellos no están, se fueron y siento que morí con ellos.

AMORES Y MUERTEWhere stories live. Discover now