Tu falta en mi genera un vacío. En ese espacio, recuerdo cuando me llenabas de felicidad. Cuando me abrazabas sin ningún sentido, o cuando me acariciabas en mis puntos debiles. Momentos en los que difrutaba, como cuando uno disfruta comiendo el más delicioso helado. Eran los mejores momentos en mi vida de ruinas. Hasta el día que dijimos adiós, el último día que me sentí viva.