Alex.

31 1 0
                                    

No sé cómo podría comenzar. Podría comenzar decribiéndome pero... ¿cómo era yo realmente? Desde que conocí a Alex, toda mi vida cambió. Ay... Alex. ¡Maldito cabrón! Pero cuanto lo amaba. Esas tardes que pasaba acurrucada a su lado, durmiendo o simplemente finigir que dormía solo para oír los suaves y acompasados latidos de su corazón, su envenenado corazón. El amor rebosaba en aquellas cuatro paredes de su habitación. Su cama, su olor, nuestra respiración, su pelo, sus besos, esas noches en las que lo único que hacíamos era beber, fumar y besarnos. 

Alex, bf, Alex es demasiado para mí. Ese pelo castaño casi rubio casi siempre despeinado y esos profundos ojos azules tan expresivos como fríos y distantes. Esa tez clara y perfecta. Esa voz sensual y varonil, dios, su voz es impresionante. Estaba profundamente enamorada de él y él me cambió por completo para dejarme, me dejó tirada en mi cama, con el peculiar olor de su colonia impregnado en mis sábanas, mi piel, mi pelo y por mucho que haya pasado el tiempo, en las noches más nostálgicas, cuando más lloro extrañando sus latidos, lo huelo tan fuerte como si estuviese ahí, a mi lado, sin realmente estarlo.

El cenicero a rebosar sobre mi mesilla de noche seguía ahí haciéndome recodar aquellas tardes de risas y horas tumbados el uno junto al otro, sus labios, tiernos y suaves, perfectos...Pero, ¿de qué sirve quedarse sentada en la cama con su camiseta puesta si te ha echo tanto daño que hasta respirar te cuesta? Creo que comenzaré contando cómo el universo decidió cruzar nuestros caminos. 

Alex.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora