For You │Chaennie│

★10★

Final

No te culpes Jennie, no quiero ser quién cause más daño en ti.

Sé feliz Jennie, por favor sé feliz.

Después de todo lo que hice fue por ti y para ti.

Roseanne Park.

La castaña terminó de leer, incluso perdió la cuenta de todas las veces que volvió a leer aquello aun sin terminar de creérselo y mucho menos entenderlo.

¿Cómo podía ser feliz después de eso?

No te culpes Jennie, no quiero ser quién cause más daño en ti.

¿Cómo podría hacerlo?

Después de que ella se marchara, después de que desapareciera sin decirle nada.

¿Había sido aquella caja con todo lo que compartieron alguna vez alguna clase de despedida?

¿Era eso?

Creía que debía aceptarlo, si ese era el deseo de Rosé iba a tratar de cumplírselo. Después de todo era lo único que podía hacer.

Aceptarlo sin más.

...

Un mes pasó, todo seguía igual, su relación con Lisa estaba en su mejor punto, vaya cuánto amaba a aquella chica. Sin embargo, aún estaba latente el sentimiento de vacío, pues aún echaban de menos la compañía de Rosé.

La castaña se guardó para sí misma aquellos recuerdos y todo lo que la peli naranja había escrito.

A pesar de las constantes preguntas de su novia y amiga acerca de Rosé esta sólo respondía que todo estaba bien, ella estaba bien y si hizo aquello fue porque así lo quiso ella.

En su mente se hacía presente el pensamiento de que esa si podría ser alguna clase de despedida debido en que todo ese mes no volvió a recibir alguna cosa de la chica, sin embargo aún no estaba segura del todo pues el tiempo podría cambiarlo todo y sólo quedaba el esperar. Además, suponía que con el tiempo mejoraría todo.

Incluso esa parte de su corazón que la pelinaranja se había llevado consigo.

La castaña se encontraba pensativa debido a todo eso, así que se levantó de la banca en donde estaba sentada y caminó unos minutos por las transitadas calles esperando el poder despejar su mente de una vez. Mientras hacía esto levantó su vista del suelo por un momento lo que provocó un inminente shock y sentir cómo su corazón empezaba a acelerarse.

Una chica de esbelta figura y larga cabellera de un peculiar color se encontraba situada justo al otro lado de la calle, sin embargo siguió su camino al creer que había sido una mala jugada de parte de su propia imaginación.

No debía acercarse, solo la dañaría más de lo que ya se encontraba aunque no lo demostrara. Además, esto ya le había pasado anteriormente, el creer ver a Rosé cuando en realidad no era nada más que un similar aspecto a la chica.

El querer verla y desearlo no haría que pasara.

De todos modos,  no era más que sus propias ilusiones las que la hacían cegarse ante la realidad.

Ante el anhelo de tenerla en frente de nuevo.