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Llegó a su casa con los ojos a punto de estallar en angustia. Milagrosamente logró pasar un día sin derramar ni una lágrima, los días anteriores debía esconderse en el baño, de donde fuera que estuviera, para poder tener un buen llanto de tantas emociones cargadas.

Una semana antes, su novio de dos años terminó con él.

No estaba enojado por haber sido dejado, eso no le importaba. Estaba triste porque creía tener un futuro con él, se veía feliz mientras tomaba su mano cuando tuvieran 60 y sus nietos los visitaran. Estaba triste, porque el egoísta de Park Jimin había arruinado su fantasía y matado a todos los hijos que no tuvieron.

"Maldito Jimin" enjuagó una lágrima que caía de mentón y tomó asiento en el sofá de la sala, se acomodó con las rodillas contra su pecho y escondió la cara contra sus manos. No quería llorar, solo quería acomodar su cabeza.

"Bueno, gracias" Jeongguk casi se rompe la cabeza del saltó que pegó. No había notado la presencia a su lado de lo distraído que estaba. El mismísimo Jimin lo miraba desde el asiento continuo del sillón con una sonrisa tan hermosa y brillante que le dieron ganas de arrancarse el corazón y regalárselo "No me mires así, Jeongguk, sabes que soy vergonzoso ~" hizo un pequeño gesto tapándose las mejillas sonrosadas.

"Pero, pero, pero.. tú..." su ceño se frunció, de repente le dieron ganas de gritarle todo lo que no tuvo oportunidad de gritarle la semana pasada "¡Tengo mucho que decir sobre tu decisión, imbécil! Así que cierra el pico y escucha" se puso de pie, las manos en jarra y fulminando con la mirada al sonriente Jimin "¡Eres egoísta, Park Jimin! ¡Creí que teníamos planes! ¡Ideales! Lo peor es que ni siquiera me diste una buena excusa para nuestra ruptura, quiero dedicarme a mi y no sé si puedo darte lo que esperas ¡eso no es una explicación!" golpeó el piso con un pie, el mayor seguía teniendo una sonrisa en su rostro. "Además, ¿qué diablos haces en mi casa? ¡Te pedí la llave de vuelta!"

El culpable de su miseria se levantó para mirarlo a la misma altura. Por un lado estaba Jeongguk, enojado y triste a más no poder. Por el otro lado estaba Jimin, demasiado sonriente para una persona que estaba siendo enterrada bajo quinientos metros de tierra en la imaginación de su ex.

"Mira, Gukkie, puedes decirme a mi todo lo que quieras" le dio un golpecito en el pecho con su dedos índice "Pero hasta que no hables con el Jimin de verdad no podrás liberarte de este sentimiento" Jeongguk parpadeo un tanto confundido.

"¿Cómo, qué? ¿Verdadero?" Jimin asintió, divertido ante la reacción del chico.

"Soy parte de tu imaginación, bebé"

Terminaba con él, pero el egoísta de su ex no podía también dejar en paz su salud mental.

☁️
nota de autora
tengo que actualizar excusas
en pañales o me linchan ~
mad

pásame la sal ; jikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora