Cocinero

Capítulo 6

Guan  Shan: -No, y será  mejor  que aprendas  a  cocinar, bastardo.-

He Tian: -...-

Con esto dicho Mo se aleja lentamente sin oir pasos en  el  agua detrás, se detiene entrañado por eso y se  gira  a  verlo.

He Tian:-Mountain-

Guan Shan-He  dicho que n-

He Tian:-Cállate y escucha-

Guan Shan:-¿Qué?-

He Tian:-No  quiero aprender a cocinar-

Mirando el agua  sucia mientras se quitaba la chaqueta y se  la ataba a la  cintura se relamía  el agua que caía en  su cara, He Tian no estaba  mejor que él, se veía  de alguna  manera extraño.

Guan  Shan: -También lo sé-

Pero simplemente esta vez no  se  la  iba a dejar  pasar. A nueva cuenta se  alejaba  del azabache, otra  vez sin que lo  siguieran.

He Tian:-Tus cosas...-

Guan Shan: -Mañana-

***
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-Que  temprano-

-¿Qué?-

Se descalzaba  mientras siente  que  le  arrojan  una toalla  encima  para secarse.

-Me refiero... siempre apareces un  poco  más  tarde  hijo-

-Oh, es que el tiempo estaba  asi y..-

-¿Y eso qué?-

-¿Mamá?-la mira  sorprendido-

-Cariño, muchas veces te quedaste  con  este  tiempo y volviste cuando paró  de llover-

Sin responder se dirigía a su cuarto secándose  el  cabello.

-¿Sucedió algo? No es  bueno pelearse  con amigos-

-¡He Tian  no es mi  amigo!-

-...-

Su madre sonrió  victoriosa al saber que era lo que  sospechaba,  aunque quizás  no  era  buen  momento.

-¿P-por qué  sonríes  ma?-

-Si  no  es tu amigo, ¿Por qué pasas  tanto tiempo con él?-

-...-

-¿Lo vés?  es  tu amigo, ahora  si quieres hablar de algo, aquí estaré-

Con  pasos  lentos  se  acercó a  su  madre desde atrás y  apoyó la frente  en  su  hombro.

-¿Shan?-

-...-

Su mano  comenzó a acariciar la cebellera roja de su hijo, quien  suspiró profundamente y la  abrazó un  momento.

-¿Me  dirás que sucedió?-

-No, pero te  diré que  estoy bien  y no  tienes  nada de  qué preocuparte-

-...-

-En  verdad-

-Bien,  ve a darte un  baño o te  resfriarás-

-Si, lamento  mojar tu ropa  ma-

-Descuida cariño-

Adentrándose en  su habitación comenzó a quitarse la ropa  furiosamente dejándola en  un  rincón. Curiosamente su madre no le  preguntó  sobre  sus  cosas, seguramente  pensó que las  dejó a  propósito, si era  asi era mejor.