~*ABRÁZAME*~

—Estúpido, estúpido Deku ¿por qué fue ahí? ¿Por qué un sin particularidad como tú se lanzó hacia donde estaba yo sin importarle que era rehén de un Villano? —Recordó aquellos ojos llorosos, que aún así corrieron en su ayuda. —Ah, sí, Deku lo sabía... lo sabía y aún así... —Chocó los dientes superiores con los inferiores y los apretó con todas sus fuerzas, tratando de ocultar su frustración, su rabia.

En primer lugar ¿Por qué le enfadaba?

—Porque es Deku, un sin particularidad. ¡Además yo no le pedí ayuda! ¡Jodido estorboso! ¡Si no hubiera llegado All Might ahora mismo estaríamos muertos! ¡Él sobretodo! ¡Idiota! ¡Sin sentido alguno de la realidad! ¡Deku! ¡Deku! ¡Deku! —Vociferó soltando todo lo que había dentro de él.

Caminó sin rumbo sin preocuparse de que pronto el sol se escondería... ahí lo vio, como Deku caminaba agarrando su mochila y suspirando como el nerd que el estigmatizaba cada día.

Apretó sus puños, gruñó y miró al frente.

Corriendo hasta donde estaba su "amigo de la infancia", y entre gritos le quiso dar a entender es que él no había pedido su ayuda. Terminado su discurso se fue raudo, tal y como había llegado.

Caminó con sus manos en los bolsillos ya unas cuadras más allá. Una vez llegó a su casa se dirigió al refrigerador y extrajo comida.

Lo que Katsuki Bakugou no sabía, ni imaginaba, era que si él se hubiera quedado un poco más, oculto, habría visto como su amigo recibía semejante visita... y también semejantes palabras que cambiarían la vida de éste para siempre...

Él no sabía nada de eso, sólo que tenía hambre, que estaba exhausto por haber soportado a esa cosa tocándolo, y que se sentía asqueroso por lo mismo.

Decidió entrar al baño lanzando el uniforme a la ropa sucia, ya vería que se ponía mañana, creía recordar que tenía otros pantalones de colegio, ya que las camisas no eran un problema.

Llenó la bañera dejando suficiente espacio para que él pudiera hundirse hasta la cabeza y el agua no se saliera.

Ya todo preparado, entró y se limpió de la mugre del viscoso Villano.

—Maldita cosa asquerosa, si hubiera podido golpearlo... —La cara de Deku apareció en su cabeza— ¡Deku! —Golpeó el agua haciéndola salpicar fuertemente. —Estúpido nerd... Siempre molestando... —Bostezó y sus ojos pesados empezaban a cerrarse una y otra vez.

Ya a duras penas podía mantenerlos abiertos.

—Deku...

Abrió los ojos y se encontró frente a un lago, en medio de un bosque lleno de colores y sonidos agradables.

— ¿Qué rayos...?

Unas manos abrazaron su cintura tiernamente. Un cuerpo se recostó sobre su espalda.

— ¡Hey! —se quejó al instante.

—Tranquilo Kacchan, soy yo. Midoriya Izuku.

— ¿Eh? ¡Con mayor razón entonces! ¿Qué haces abrazándome?

Se volteó brusco y agarró de los brazos al chico que lo miró sin entender.

— ¿Qué sucede Kacchan? ¿Hice algo malo?

— ¿Existir? —se burló.

— ¿Qué te pasa Kacchan? No deberías tratarme con tanta brusquedad ahora que soy tu novio. —luego rio. — Supongo que nunca cambiarás. Por eso te amo Kacchan. —besó su mejilla dulcemente y caminó delante. —Vamos al lago. Nademos juntos.