Capítulo 1

1.5K 137 34
                                    

Las hipnóticas luces de colores que iluminaban aquel penumbral lugar, azules, rojas, moradas, verdes, luces que podrían hacerte sentir en una estado de delirio que bien podría ser causado por algún tipo de droga alucinante acompañada de alguna bebida alcohólica, tu mente jugando con tus sentidos, engañandolos y persuadiendote a ingerir más y más. Alcohol, drogas, tabaco, alcohol, drogas, tabaco, alcohol y sensuales cuerpos bailando sobre el escenario con trajes tan provocativos, cautivantes para cualquier espectador que dirigía su mirada a alguna de las bellas chicas que restregaban sus cuerpos esculturales y bien dotados sobre el frío y brillante tubo metálico ante las miradas lascivas de los clientes que ingresaban a cualquier hora de la noche sólo para deleitarse con la sensualidad de las empleadas del establecimiento, no había ningún lugar igual, pues sólo las personas con la suficiente fortuna como para pagar las costosas bebidas y los bailes exclusivos que se ofrecían en ese antro, podían tener la oportunidad de ingresar, allí solo había lo mejor de lo mejor en toda la extensión de la palabra, el lugar era grande, el servicio por parte de todo el personal era excelente y las mujeres que prestaban sus cuerpos para dar un espectáculo visual a los hombres que deseosos buscan llenar sus mentes con fantasías sexuales que recorrían su imaginación al mirar los sensuales bailes que las bellas damas ofrecían.

El aire ensoñador te hacían sentir en las nubes, una combinación de tabaco con perfume femenino, deliciosa mezcla que inundaban tus fosas nasales apenas y lograbas entrar en el lugar, una combinación agridulce que iba perfecta en ese entorno.

El sonido de la música, droga auditiva pensarían muchos pues no habría una explicación lógica de cómo las encargadas seleccionan correctamente cada canción que se reproducía por la bocinas que se localizaban en el techo y paredes de color negro con decorados de lo que parecían galaxias, una excelente elección para ayudar que, como cliente, lograras sentirte en otro lugar, como si estuvieses en otro mundo dónde no importaba nada más, en dónde en lo único que debes prestar atención es en beber, deleitarte con las bellas damas danzantes y dejar que el entorno haga el resto, pues no había hombre que se arrepintiera de haber ingresado al “Dark Paradise”, uno de los mejores antros que había en Estados Unidos, el nombre iba acorde con todo lo que podías llegar a experimentar ahí, era como un paraíso en penumbras donde todo parecía un sueño desde que entrabas y sólo al salir te topabas con la horrible realidad, como si te despertaran con un balde de agua helada, y es precisamente por esa emoción que te da desde el primer minuto que ingresas al antro, que el deseo y las ganas de volver una vez más se apoderan de ti, todos los clientes eran frecuentes ¿quién no quisiera revivir noche tras noche aquel fantástico sueño?

Entre los caballeros que disfrutaban de estar en ese mágico lugar, se podía visualizar ahí, sentado cerca del escenario, a un azabache de orbes azules con una mirada profunda, ese tipo de miradas que te calaban los huesos, que hacían sentir a tu alma desnuda, al descubierto, podías sentir como miraba en lo más profundo y recóndito de tu ser haciéndote sentir vulnerable pues podías imaginarte como veía en cada rincón de tu existencia descubriendo todos y cada uno de tus más recónditos secretos, pero ¿a quién miraban esos penetrantes ojos? Su vista estaba atenta a los movimientos de caderas que iban al compás de la música, a esa piel que brillaba tal cual porcelana que se deslizaba sobre el metal frío, a esa melena dorada que se agitaba con libertad y esos grandes ojos color esmeralda que de vez en cuando se cruzaban con los zafiros del elegante moreno. Si, era por ese chico que el venía noche tras noche, era por el bello rubio de cara inocente pero de baile sensual que le provocaba esa enorme emoción que lo hacía regresar. Ternura y sensualidad, esa combinación tan perfecta era excitante, llamativo, todo su rostro era una obra de arte, su fina nariz, las pequeñas pecas que resaltaban por sus mejillas, sus delgados y rosados labios le daban ese aspecto tierno a su cara, sus grandes ojos, profundos, brillantes e hipnóticos como los de un gato al acecho, hermosos como un par de joyas (esmeraldas), esos ojos tan misteriosos que parecían esconder un sin fin de secretos lo que provocaba el deseo de escudriñar en la vida de ese apuesto joven para poder descubrir todo, dejarlo al desnudo, que no hubiese nada más que pudiera esconder y tal vez sólo así se podría apaciguar toda intriga que sus orbes provocaban.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 11, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

OneShot•[Dark Paradise] »SothPark MAFIA AU« [Creek]•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora