Noches enteras con mucho frio, tanto frio que aveces hasta aquebrantaba partes de mi piel que creia muy vivas, cualquier mueca que hiciera lastimaba mi rostro aunque... no sonreia tanto como antes.
Llege a sentir y ver una luz cuando ella con sus manos acariciaba mi alma, lentamente sentia cada latido, suspiro y hasta cada pensamiento que pasaba en esa friccion de segundos cuando pensaba que iba hacer conmigo y con mi sombra.
Yo sabia que no compartia pensamientos con esa sombra que me acechaba hasta en los mejores momentos, pero... nunca supe muy bien que era esa sombra para mi...
¿habran sido mis peores miedos materializandose?¿mi lado mas salvaje y perverso? O tal vez sola una sombra que decidio acompañarme en ese tiempo.
Nunca llege a saberlo, ni cuando estuvo, ni cuando se despidio esa noche tan fria y sombria en la que la lluvia traspasaba su luz tenue y oscura que solo yo y la muchacha lograbamos ver.
Ella sabia contener esa sombra y le hacia sentir como si el miedo no existiese. Habia veces en las que se sentia a gusto con su presencia y hasta jugaba un poco con su escencia tan oscura.
La sombra llegaba a hundirme en las mas profundas aguas de las nostalgias como si un gran barco no pudiera nunca recuperar su curso ni salir a flote, pero la muchacha lograba estabilidad entre ambos.
Hoy en dia la sombra ya no esta y no la extraño, pero nunca fue malo para mi y es mas estaria agradecido de tantos naufragio sentimentales y desiertos melancolicos me hizo ver, por que si no hubiese estado para mostrarmelo, quien sabe en que isla estaria ahora.