Capítulo 1

2.6K 283 135
                                    

-Nam, es hora que busques dónde vivir.-Habla mi madre con un tono enojado casi histérica.-¡Destruiste el jarrón de la abuela! Sabes que era toda una reliquia que ha sido heredada de familia en familia.

-Pues, lo siento mucho.-Respondí a la defensiva. Ya me estaba hartando de esto, siempre era lo mismo.

-No me mires así, sabes que no es lo único que has roto. Además, ya tienes 23 años ¿no crees que necesitas una novia y...-Deja la frase al aire mientras me ve directamente a los ojos como si esperara que yo complete la frase.

Bajo la mirada y dejo salir un suspiro pesado.

-Iré a empacar.-Terminé diciendo para luego dirigirme a mi habitación, buscando todo el dinero que he estado ahorrando durante varios años.

Mamá veía todo desde el marco de mi puerta.

-Me haces ver como la mala, siempre.-habló mientras observaba como tomaba mi maleta. Ignoré su comentario y salí de casa a pasos rápidos. Estando afuera eché un último vistazo antes de irme.

Tuve que tomar un autobús para llegar al lugar que había visto en mi teléfono donde rentaban pequeños departamentos no tan lejos de la zona y a unos precios accesibles.

Estando parado dentro del autobús saqué mis auriculares y coloqué la música en aleatorio. Después de algunos minutos ya me encontraba bajando del autobús cuando de repente...

-¡mierda!.-me quejé totalmente exaltado.

Un tipo ligeramente más bajo que yo y de cabello castaño rozó su mano contra mi culo y siguió caminando tranquilamente sin siquiera disculparse.

-¡yah! ¡hey, tú!.-grité hacia su espalda. Sin embargo aquel tipo siguió su camino, ignorandome.

Aún aturdido por lo recién sucedido decido retomar mi caminar hacia el lugar que indicaba en mi teléfono. En realidad estaba muy cerca de ahí, por lo que llegué en poco tiempo.

Paso por la no tan grande puerta del lugar y mi asombro fue tan grande como mis ganas de salir corriendo pues frente a mi se encontraba el chico que hace unos minutos me había tocado el culo. Al parecer trabaja aquí.

-Buenas tardes ¿en qué puedo ayudarle?.-Pregunta con una sonrisa fingiendo inocencia, que descarado.

Sus grandes ojos eran de color café, pero podría jurar que se veían como el mismísimo cobre. Vestía con un suéter color rosa pálido de cuello tortuga. Sus manos estaban entrelazadas por encima de la mesa donde se encontraba mientras me veía con una sonrisa.

Ignorando la situación de hace unos minutos, decidí responderle tratando en lo posible de actuar lo más normal que pude.

-Quiero rentar una habitación.-Dije secamente hacia el castaño frente a mí.

-Veamos qué puedo encontrar para ti. Uhm, ¿vienes sólo?.-Yo asenti hacia su pregunta.

-S-sí.-Maldita sea, ¿por qué estoy tartamudeando?

-Uh~ Que bien.-Responde con una sonrisa ladina, la cual hace que un escalofrío recorra mi espalda.-Veamos.-balbuceó mientras buscaba una llave entre todas las que estaban colgadas en la pared. Finalmente tomó una y se volteó a verme.-Ésta estará bien. Yo te guiaré.

¿Guiarme? ¿por qué habría de hacerlo?

-¿Se supone que debes llevarme hasta la habitación que me corresponde? ¿qué tipo de negocio es éste? ¿tengo que preocuparme?.-hablé con una voz acusadora hacia el chico que me guiaba.

Ignoró mis preguntas y simplemente siguió guiandome. Al subir las escaleras pasamos por unas cuantas, mas bien varias, habitaciones. Por los pasillos habían muchos chicos. No vi una chica en absoluto, extraño.

-Nngh, ¡a-aah! Oh, vamos ¡S-sí! Ahí, Nngh ¡M-más!.-logré escuchar los gemidos de dos personas desde una habitación. ¡esperen!

-¡Son dos chicos!.-me alarme, abriendo los ojos mientras seguía más de cerca al castaño.

-Eres una ternura.-contesta el chico que me guía con un noto de voz suave. Luego posa su mano derecha en mi cabeza y da unas palmaditas, logrando que mi cabello rubio y un poco rizado se revuelva ante su gesto.

Sentí mis mejillas calentarse y podría jurar que mi sonrojo era en realidad muy notable. Sin embargo, esa caricia, de alguna manera me hizo sentir muy bien.

-¿Cómo te llamas?.-pregunta repentinamente luego de haber bajado sus manos, mientras nos acercábamos hacia una puerta blanca.

-Namjoon.-respondí a su pregunta. Sentí la inmensa necesidad de preguntarle lo mismo. Dejé de pensarlo tanto y sólo lo hice. El castaño frente a mi responde con una sonrisa.

Seokjin. Kim Seokjin.-aseguró bien su nombre como para que no me fuese s confundir. Nos detuvimos en la puerta blanca y acto seguido me entrega las llaves mientras guiñaba un ojo hacia mí.

Yo, un poco confundido tomo las llaves y con un poco de torpeza logro abrir la cerradura de la puerta. De alguna manera me sentía nervioso y él lo notó, ya que cuando iba entrando tropecé y casi caigo de cara contra el suelo. Por suerte logré mantenerme de pie, por lo que volteo rápidamente para cerrar la puerta. Pude observar que la línea de sus labios habían hecho una pequeña curva ladina.

¿Qué me sucede? ¿por qué actúo tan nervioso y de una forma vergonzosa frente a ese tipo?

Camino unos cuantos pasos hacia delante observando la habitación. No está tan mal para el precio al que cobran. Desempaqué todo lo que traía en la maleta. Colocando las cosas en su respectivo lugar. No fueron muchas por lo que no tardé demasiado tiempo. Observé una pequeña nota que se encontraba junto a la lámpara en la mesa de noche. Noté que había un número telefónico y más abajo con letras rojas decía "Servicio de comida". Woah, que completo está el lugar. Con servicio incluido.

Ignoré la nota pues no tenía hambre en aquél momento. Me acerqué a la no tan grande ventana y pude observar que ya era de noche. Luego fui directo a tirarme en la cama. Debía procesar todo lo sucedido.

-Kim Seokjin.-Murmuré en un sonido casi inaudible.-¡qué rayos!.-pensar en ese tipo justo en éste momento. Es tan patético.

Por un momento cierro los ojos y viene a mi mente el momento en que supe que era asexual. Tenía 20 años recién cumplidos y jamás había sentido atracción hacia alguien. Suspire pesadamente mientras alejaba los recuerdos.

-Creo que ya debo descansar.-Apagué la luz de la lámpara y volví a cerrar los ojos para dormir.

No sé cuánto tiempo había pasado pero volví a abrir mis ojos al sentir que alguien se había incorporado a la cama. Rápidamente encendí la lámpara para ver al sujeto. Era... Seokjin.

•{Tan Perverso}• JinNam/NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora