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|—Si piensan que con esa sincronización los dejaré presentarse frente a todo el instituto están muy equivocados.
La profesora encargada de la orquesta se establecía como una de las más rígidas en cualquier área extraescolar. Ni siquiera el profesor de gimnasia se regía tan estrictamente como ella.
—Profesora Min.—Levantó la mano un pianista.—Sabe muy bien que nosotros siempre estamos al compás de la melodía. Por qué no corrige a aquellos perros viejos, sus pulmones ni siquiera les dan para mantener una nota.—Lanzó sin escrúpulos observando al lado izquierdo, donde se encontraban aquellos participes de los instrumentos de viento.
La mirada filosa de Taehyung se clavó en aquel enclenque chico. Cuando Jungkook lo vio a punto de lanzarle toda clase de insultos y maldiciones. Estiró su arco hacia él haciendo que tapase su boca como advertencia. No quería que lo expulsaran de la orquesta siendo que en cuestión de meses sería la gran presentación.
—Bien.—"Y aquí vamos" Pensó el menor.—Kihyun tiene razón. Están fallando sin gracia alguna. Vayan en este instante a ejercitar.—Suspiros y quejas de parte de aquella partición llenaron el aula mientras la profesora les entregaba una hoja de papel.—¿Para eso si le dan los pulmones?—Reprimió.
Jungkook recordaba cuán odioso era aquel ejercicio por lo que contaba Taehyung. Algunos de sus compañeros llegaban a desmayarse por ello.
Los últimos mencionados compartieron una mirada; comprensiva de parte del menor, y una rendida del castaño.
—Se acabó el show, a practicar.
Y otra vez...
—Jeon.—Escuchó llamar por parte de la pequeña profesora. Se encogió en su lugar mientras terminaba de guardar todo en su estuche.
Caminó hacia ella mientras rascaba su brazo con algo de nervios.—¿Si?
—¿Ocurre algo?—El menor no comprendía su preocupación, era raro que una profesora gélida como ella hiciera una pregunta así. Negó con la cabeza en pura confusión.—Te noté distendido en la práctica, tú no eres así. Liberas excelencia en cada nota.
Suspiró sabiendo que ésta tenía razón.—Si, he estado algo preocupado en encontrar alguien para que toque junto a mi.
—¿Por qué sólo no le pides a alguien de la orquesta?
Jungkook no pensaba decirle la razón verdadera. Sabía que ella añoraba aquella partición y los adjetivos despectivos que venían a la mente del pequeño no serían bien recibidos si lo decía en voz alta.
—Sólo... tengo algo de vergüenza, no tengo mucho contacto con los pianistas de aquí. Además, estoy intentando que un hyung toque conmigo...—Soltó algo avergonzado en verdad.
—¿Ah si?¿Quién?
Al azabache le pareció extraño su interés, pero hizo caso omiso.
