Mis heridas no sanan como las de una persona normal, mi cuerpo no funciona como el de una persona normal, mis emociones no funcionan como las de una persona normal, mi vida no es como la de una persona normal...
Dificultades en el embarazo, nacimiento prematuro, problemas en la cesárea, intubación durante diez días, desde el día en el que abrí los ojos por primera vez, los doctores sabían que algo andaba mal conmigo.
Los análisis comenzaron y de ahí no han terminado, durante dieciséis años los doctores son las únicas personas además de mis padres que hacen parte de mi vida. Nunca se me ha diagnosticado una enfermedad en específico, ya que los doctores desconocen por completo de mi situación, lo único cercano que se asemeja es la osteogénesis imperfecta, pero no sólo mis huesos se asemejan al cristal por su exagerada fragilidad, sino todo mi cuerpo en general. Pero eso es todo, mi cuerpo es frágil nada más, no deformidad, no escleróticas azules, no escoliosis, no problemas de audición, no nada. Solamente una fragilidad que genera enrojecimiento en mi piel por el mínimo tacto y una fractura por el mínimo golpe.
Dieta estricta, ejercicio leve, calcio, hierro, vitaminas, suplementos, todo lo que se pueda imaginar se me ha recetado, pero nada funciona, todo es igual.
Mis padres no tienen la intención de abandonarme, estarían dispuestos a cualquier cosa para detener mi enfermedad, al igual que los mismos doctores que he conocido toda mi vida.
La escuela no es un problema, desde el primer día que llegué, mis padres le comunicaron a los maestros mi situación, y ellos lo hicieron con los alumnos.
"Esta es [T/N], ella sufre de una enfermedad que hace que sus huesos puedan romperse fácilmente, por lo que sí por alguna razón ella tiene un accidente el responsable será fuertemente castigado, así que espero que todos sean buenos con ella, ¿entendido?" Todos en el aula asintieron con la cabeza.
Nunca he sido molestada, nadie se acerca a mi lugar ni me trata mal, todos pasan de mi por temor a lastimarme, cuando camino por los pasillos las personas se alejan unos pasos para darme espacio, los que corren se detienen al verme y esperan a que me vaya para seguir corriendo.
El sol puede causarme quemaduras, por lo que mi asiento siempre es al otro lado, lo más alejado de las ventanas, en el recreo cuando salgo debo usar un paraguas, protector solar y ropa grande.
Entro antes que el resto y salgo antes que el resto, para evitar ser lastimada por estar rodeada de mucha gente. Todos los días mis padres me llevan y me recogen, asegurándose de que tampoco me lastime de regreso a casa.
Nunca he hecho un amigo en la escuela, todos tienen miedo de acercarse a mí, por lo que nunca socializo con nadie, mis padres se preocupan por eso, pero los doctores dicen que está bien, las relaciones con otras personas podrían herirme, el riesgo de que algo salga mal y termine escayolada disminuye si no tengo amigos, aunque suene cruel, es lo mejor, así tampoco podría enamorarme y casarme.
Ellos advirtieron que mi delicada situación no me permitirían tener relaciones, quedar en embarazo y dar a luz, pues corría el riesgo de morir en el proceso, por lo que me prohibieron completamente a enamorarme.
Pero creo que está bien.
No sé cómo debería sentirse el amor romántico, solamente conozco el amor familiar, no necesito nada más que a mis padres y a mis doctores para sentir felicidad suficiente en mi vida, mi delicadeza no me preocupa, nunca he experimentado una fractura completa y nunca he sentido atracción hacia alguien, así que sabía que no debería temer a que el daño me destruyera.
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