Mi vida detrás de los libros.

Capitulo 02

Desde aquella noche mi vida tomo otro rumbo y aparte de eso tenía otra forma de ver a los libros, otra manera de sentir a los libros, como lo dije una vez, fue un cambio radical que abrió otras puertas a mis conocimientos.

Luego de ese impacto, quedo ese pequeño pensamiento en mí, ¿cuantas personas siguen siendo cómo yo? Que no saben y no se imaginan lo importante que es leer un libro. Por la culpa del internet y toda esa tecnología que nos rodea, este pensamiento que llevo en mí por a ver sido una de esas personas, me causa melancolía y mucha tristeza.

Me siento agradecido por tener la oportunidad de conocer este universo, que me permite enriquecer mis conocimientos y experimentar nuevas cosas al leer un libro.

La vida es un largo camino lleno de lecciones, algunas para que uno aprenda y otras para que uno enseñe. Hablando de enseñar, les contare lo que sucedió con unos de mi amigos, que también le gusta la tecnología, en cambio el si la disfruta al máximo, con los mejores aparato electrónicos del momento.

Fue esa tarde cuando escucho un grito afuera de casa.

− ¡lLocooooooo! ¡locooooo! − ¿Dónde estará que no sale?

− ¡Voyyy! –Grito para que sepa que lo escuche.

Al llegar a la puerta ahí estaba el con su lujoso teléfono y sus elegantes audífonos, al verlo me acerco para invitarlo a pasar y de un apretón de mamo para saludarlo. Estando a dentro de la casa lo invito a la sala, lugar donde están unos libros que en ese momento yo estaba leyendo. Nunca me esperaba la actitud que él iba a tomar a ver esos libros.

− ¿Esos libros son de quién? De tu mamá. –Pregunta desorientado al verlos arriba de la mesa.

−No, son míos, que estoy empezando a leer, ¿Por qué? –Lo observo pensativo al ver mi comentario.

−Hay eres una niña, que lees novelas de amor y romance. –Se ríe señalando a los libros.

−Por personas como tú, es que hay tanto mediocres que no tienen cultura, que no saben nada de la vida, de su entorno, porque son ignorante de su propia destrucción. –Contengo la calma y veo cuán importante se han convertido para mí los libros.

− ¡JA JA JA! Escúchate ya pareces un filósofo, cuidado y te vuelves loco por pasar todo el día detrás de un libro. –Comento entre risas su vil forma de pensar.

− ¿No sé si sea un filósofo? O si me volveré loco, pero yo no quiero ser ignorante y no quiero pasar vergüenza al frente de la sociedad. –Observo que no le están gustando mis comentarios. Decido preguntarle algunas cosas para que entre en razón. − ¿Tu sabes que mencionaba Albert Einstein sobre la matemática cuántica? O sabes, ¿Quién era Rómulo Gallego?

−No, pero cuando yo necesite saber eso, solo necesito buscarlo en internet. –Levanta su mano mostrando su teléfono inteligente.

Al escucharlo fue donde me traslado a ese momento, si hace mismo lugar con mi prima, nosotros los seres humanos tenemos una especie de poder para distraernos y hacernos daños con insignificantes recuerdos, pero como olvidar esa noche donde esa linda mirada dirigía su atención hacia mí, para luego preguntarme con sus delicados labios, ¿Cuáles eran mis libros favorito? Entre otras cosas más.

−Tal vez tengas razón, no te quitare la idea, pero te confesare que muchas cosas que realmente necesitamos aprender ya no están en internet, porque son conocimientos que están solo en libros. –No podía creer el cambio que avía tenido y la forma en que pensaba, pero al mismo tiempo al ver a mi amigo, mi hizo recordar cuando yo también pensaba de esa manera.

−De esa manera que lo explicas tienes mucha razón, pero debo confesarte que a mí me aburre leer y tampoco me apasionan los libros. –Dice con un tono de aceptación.

−Tranquilo, pero debes comprender que existen muchas personas que leer, es un habito para ellos en donde el conocimiento se adquiere todos los días. –sonrió al ver la aceptación de él y a la misma vez su sinceridad.

El decide marcharse, porque ya tenía mucho tiempo en casa, momento en el que me permite pensar y reflexionar sobre el comentario que él me ha dicho, ¿Sera verdad que mi vida se convirtió detrás de un libro? ¿En qué momento sucedió todo esto?

Sumergido en mis pensamientos, me daba cuenta todo lo que había cambiado, todas esas costumbres que ya no hacía, por estar leyendo, confieso que en todo esto existe un poco de melancolía, porque a pesar de tener un poco de conformidad, también estaba eso que empecé a perder, ("como algunas amistades no muy importantes, momentos en internet, compartir más tiempo con mi familia, entre otras").

En ocasiones la vida no se parece nada a los libros, a pesar de ser escritos por personas tan reales como yo, o ¿será que soy yo? El ciego, el que no es capaz de vivir la vida al máximo como sentimos cada vez que leemos algún libro.

No tengo una respuesta sabia, porque también comprendo que somos seres humanos consumados por el miedo a fracasar, incapaces de luchar y vencer los limites. Pero que irónico es ver que otra persona si lo pudo lograr, que esa otra persona si tubo las agallas para luchar sin miedo a fracasar. Es tan tonto sentir ese sentimiento de culpa, cuando allá afuera en el mundo real como todo el mundo lo llama, existen mil oportunidades para cumplir nuestros sueños, por muy raros y caprichosos que sean.

Otras de las debilidades de las personas es pensar demasiado, cuando en realidad estamos bien, pero por todo lo que vemos y podemos persuadir nos engañamos a nosotros mismos con historias imaginarias, tal cual como sucede cuando nos entregamos a una lectura, porque eso me sucede a mí.

Recuerdo ese pequeño relato, de un escritor anónimo que contaba sobre el "Primer hombre en la luna". Leer eso, me dejo las primeras noches, muy pensativo al borde de llorar por aquel sueño, no lo puedo negar, me entre tanto a esa lectura que yo quería vivir una experiencia así.

Son tantas cosas que pueden suceder, que no me alcanzan las palabras para explicar como de la noche a la mañana soy un chico que se la pasa leyendo, investigando en el alma de cada libro. Soy tan feliz al tener un libro en mis manos, que al abrir mis ojos, siento el poder, la magia, el sentimiento; de cada libro.

Soy tan extraño, que busco el aroma de cada libro, que acaricio con amor cada hoja, ha sido tanto el afecto que tengo en los libros que son parte de mí, y de todo lo que represento, quizás muy pocas personas entiendan esto, pero yo soy diferente en un mundo de locos.

Al entrar al cuarto, escucho mi teléfono sonar y ¿no sé dónde está?, al parecer esta debajo de todos los libros que están tirados en la cama, al encontrarlo veo tres llamadas perdidas de mi mamá, decido devolverle la llamada, pero al intentarlo no logra llamar, me pregunto ¿qué sucederá?, es extraño que intente varias veces, esperare que me vuelva a llamar, para saber qué es lo que está sucediendo o cuales son los motivos de las llamadas.