Kyungsoo con Jongin son amigos con beneficios, con todo lo bueno y malo que el título—que por desgracia Jongin quiso colocar— conlleva. Se conocen desde la secundaria, más menos desde que Jongin perseguía a Sohyun por los pasillos de la escuela buscando excusas para conversar con ella, y Kyungsoo le aconsejaba que no fuera un toca huevos con la pobre chica. Siempre fueron de conversaciones largas, o más bien, conversaciones largas de Jongin donde Kyungsoo acotaba y daba consejos a su torpe mejor amigo que no sabía cómo hablar con chicas —Kyungsoo no era experto, pero al menos no salía arrancando cuando se paraba al frente de una—, y de cuando Jongin le preguntaba a Kyungsoo si era normal mirarle la espalda a los chicos cuando estaban en las regaderas después de las clases de educación física.
Nunca se juzgaban, esa era la regla número de su amistad.
El primer año de Universidad algunas cosas cambiaron, además de sus cuerpos y sus ideologías. No es que cambiaran totalmente, o ya no se hablaran, pero hay eventos que fragmentan de una u otra manera las relaciones. Pueden ser hechos simples, o cosas tan grandes que hasta el hombre más fuerte no podría soportar; Kyungsoo siempre había creído que Jongin era más débil de lo que aparentaba, de lo que su enorme sonrisa fingía, y ese primer año termino por confirmarlo.
La clase de baile del día viernes de inicios de invierno, la que Jongin adoraba porque su novia, Hanah, le esperaba sonriente afuera del salón de jazz, un segundo para otro ya no lo fue más. Hanah no era lo que Jongin creía, ni mucho menos lo que él quería que fuera. El viernes de inicios de invierno, que sabe a bailes, sudor y lágrimas a carne viva en la piel de Jongin, tiene un solo título para él; traición. Su novia lo había engañado, y él lo había visto con sus propios ojos al verla llegar con el desgraciado en un auto último modelo.
Ni siquiera había sido discreta, ni se había dado el tiempo de estacionar en otro lado, se burló en frente de él.
Esa noche Jongin lloró como nunca, Kyungsoo lo recuerda cada vez que las noches de invierno se vuelven un poco nostálgicas y le da angustia de tan sólo recordar el semblante somnoliento de Jongin por esos casi eterno tres meses; recuerda al débil Kim Jongin musitando palabras depresivas, tortuosas y repetitivas «por qué Hanah me engañó con un fracasado como Cho Kyuhyun» acompañado de más lamentos.
Kyungsoo no soportaba ver a su amigo sufrir, era algo que lo sobrepasaba, dolía más que la vez que Chanyeol le dio un puñetazo en el estómago por decir que Baekhyun era afeminado. Y verlo así, patético y moribundo, caló más hondo de lo que jamás había llegado alguien; Kyungsoo fue el perdón de Hanah, fue el olvido de Jongin y la manta de lágrimas de la posible muerte emocional de su mejor amigo.
—Jongin no llores más. Yo te sanaré.
Una noche de lluvia consumió el perdón de una traición. Consumió la amistad de Jongin con Kyungsoo y la transformó en consuelo; en lágrimas que saben a sexo que no es por amor, pero sí por cariño. A Do Kyungsoo perdonando a Hanah con su propio cuerpo.
Esa noche ocurrió un cambio, y Kyungsoo con Jongin nunca más volvieron a la amistad que tenían antes. Porque simplemente, cuando las decisiones son tomadas ya no hay vuelta atrás, y los cambios ya no son cambios sino que la realidad misma, el presente configurado en un nuevo tiempo.
—Hyung no quiero sentir por un largo tiempo.
Siempre han sido discretos con su relación de sexo-amistad, cautelosos, para no romperse entre ellos ni tampoco desequilibrar su entorno—Jongdae siempre ha creído que Kyungsoo oculta un sucio secreto de Jongin, y bueno, no está tan herrado—, además, tampoco es como si fueran novios o algo así.
Pero como dicen por ahí, cuando estás demasiado tranquilo la vida te pone obstáculos, por el simple gusto de joder. Nadie puede vivir la vida loca, o como diría Yifan con su voz seria y cara de perra, "tirarse putas la mitad de la vida sin contraer alguna enfermedad sexual".
A veces, y aunque sea lamentable, los tipos como Yifan tienen una pizca de razón en sus frases.
Una tarde, después de los besos presurosos y la ropa alzada por los aires, el sudor derrocado en las sábanas y los insultos sexuales, otro quiebre se escucha en la relación de ambos. Todo cambia cuando Kyungsoo le informa a Jongin sobre un chico que le gusta. No es algo nuevo, ambos han tenido novios y novias— a Jongin le gustaban demasiado los pechos para dejarlos de lado— pero nunca nada serio, siempre volvían a lo mismo.
Hasta ahora.
—No le doy más de dos semanas, hyung—dice Jongin medio sonriente mientras se sube los pantalones y abrocha el último botón de su jeans. Kyungsoo le había contado de este nuevo chico, que era guapo y muy agradable, de sonrisa particular y de mirada perdida. Jongin había fingido que no le afectaba el nuevo hecho, y aunque se había vestido demasiado rápido, Kyungsoo había decidido ignorar su desesperación.
—Quizá.
Puede que Luhan, el capitán del equipo de fútbol no fuera lo que Kyungsoo buscaba generalmente en sus relaciones, pero sí que había algo en él que llamaba su atención. Era ese algo, el que más irritaba a Jongin. Porque era su hyung el que siempre hablaba de lo especial que era él, de lo maravilloso que él bailaba. Ahora un chino demasiado raro quería arrebatarle todo eso.
No le daba más de dos semanas.
Y es así como el nuevo amorío de Kyungsoo, un simple futbolista Chino mejor amigo de Yixing, logra entrar al círculo de sus amigos de facultad. Fue tan rápido el cómo todos se adaptaron a la nueva pareja de Kyungsoo que a Jongin le parecía hasta ridículo. Jongdae lo adoraba, y para qué hablar de Minseok, lo había proclamado como su mejor amigo desde que descubrió que al fin tendría con quién hablar de partidos de fútbol y no de "bailes de princesa". Jongin no lo odiaba, no podía odiarlo, el tipo era carismático y lamentablemente demasiado atlético como para intentar romperle el puente de la nariz —además Kyungsoo lo asesinaría—.
Luhan estaba bien.
— ¿Hoy te vas a quedar a dormir en mi departamento?—Kyungsoo iba tomado de la mano de Luhan, y como nunca, llevaba esa sonrisa en sus labios que a Jongin le parecía tan hermosa, pero el sólo hecho de pensar que era por Lu Han, el chino loco, le entraban las ganas de vomitar. — Te podría hacer algo de cenar.
«Esa cena era para mí»
—Sería genial, yeobo—Luhan sonríe, y Jongin quiere vomitar nuevamente por lo dulce que se ve todo. ¿Desde cuándo a Kyungsoo le gustan las cursilerías? Recordaba que le gustaba lo hard, si ustedes comprenden lo que quiere sugerir Jongin.
Baekhyun está hablando desde hace un rato sobre su nuevo maquillaje, Jongdae a su lado se ríe y le dice que algún día le realice una pasarela. La mayoría de los chicos se está riendo del gran show e ignora a la pareja de acaramelados que va por delante.
Pero Jongin no puede obviarlos. Lo intenta tanto, pero Luhan toca demasiado, susurra cosas muy cerca del oído de Kyungsoo, es irritante. ¿Por qué tiene que hacer esto al frente de él?
«Cierto, porque eres sólo el amigo de Kyungsoo»
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Hello from the other sideeeee (〃'∀`〃)ε`●) he llegado con este regalón mío, porque hay KaiSoo y HanSoo (loca del HanSoo lol). A los que han llegado hasta acá los amo (?) haha pero bueno espero les guste esta historia y se rían como yo lo hice escribiéndolo('∀')las actualizaciones serán los días viernes o sábado ~
Agradecimientos a @Goniland por su beia portada 人( ^ω^)人
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It's just sex (with a little love) [KaiSoo]
FanfictionKyungsoo con Jongin son mejores amigos con beneficios; cogen, conversan del examen del día lunes y luego vuelven a coger. No tienen demasiadas dificultades en su relación no-relación porque ante todo siempre han sido mejores amigos. Hasta que Kyungs...