El Amor En Distinto Patron (Yoonmin, Namjin, HopeV)

Prólogo

Estaba cansada, llevaba todo el día atendiendo a chicos con problemas de amores, drogas o faltas. Por alguna razón creía firmemente que el director mandaba a su cubículo a todos esos chicos, no porque creyera en ella, sino porque quería menos trabajo para él mismo. Estaba por probar su rico desayuno cuando la puerta fue abierta de golpe.

—Licenciada HyoJin,  aquí traigo a estos muchachos por petición del director.

De a poco fueron entrando siete chicos llenos de tierra, sangre y moratones.

—¿No sería mejor llevarlos primero a la enfermería? —dijo mirando a la desabrida secretaria—. Están lastimados.

La secretaria los miró atentamente antes de responder. —No, mirelos están muy bien, me retiro.

—Y bien chicos, pueden decirme ¿Qué ocurrió? —preguntó con una ceja alzada, sin preveer lo que vendría a continuación.

Los siente chicos hablaban al mismo tiempo, con efusividad y molestia, y ella trataba de entender lo qué le decían, pero era imposible.

—¡Silencio! —los siente chicos callaron abruptamente tras el fuerte grito—. Muy bien, vamos por partes, comienzan ustedes dos—dijo señalando a un chico de cabello gris y a un rubio con ojos gatunos.

—Fue su culpa—dijo un chico demasiado tierno de cabello grisáceo.

—No, fue tú culpa Park, tú comenzaste toda está mierda— respondió con voz grave.

—No, yo no hice nada, tu llegaste y me empujaste.

—Maldición, qué parte del me empujaron no entiendes.

—Okey, sigamos, ustedes dos—ahora señalaba a un chico moreno alto y a otro que era demasiado apuesto.

—Aquí el señorito Kim SeokJin se comporta como una princesa afeminada y lo odio por eso.

—Eso no dijiste cuando me besaste en esa estúpida fiesta Kim.

—Woooow—respondieron todos asombrados al mismo tiempo.

El moreno se puso rojo de la vergüenza y guardo silencio. HyoJin suspiró termiando por mirar a un par de chicos que mantenían la vista baja.

—Ustedes dos—un chico castaño miró con pesar al pelirrojo, poco a poco sus ojos se entrecerraron. 

—Taehyung lo siento, en verdad no lo sabía.

—Cállate, no tienes permiso de hablarme.

Cansada volvió su vista al chico pelinegro, que parecía ser el menor de todos.

—Tú eres muy joven para estar en peleas.

—Y...yo no peleaba.

—Entonces ¿Qué hacías aquí?

—Cuidaba las mochilas de estos brutos—dijo señalando al peligris y al pelirrojo.

Nuevamente se escucharon los gritos y las pelean entre los seis chicos, la señorita Anh miraba la escena sorprendida mientras que el pelinegro negaba con la cabeza.

Pero las cosas no siempre fueron así, esos siete eran muy tranquilos pero ¿Qué pasó?...simple, el amor y la ignorancia los volvió idiotas.

Editando n.n
La segunda historia que publiqué jajajaja me da pena ajena aaaah soy terrible escribiendo.