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[JK es mayor que Tae en esta historia.]


Arregló su corbata pasando sus manos por su traje de seda azul. Tragó duro y miró el reloj de pared que marcaba cinco para las tres de la tarde, increíble como el tiempo se iba de rápido a pesar que a veces sentía que unos días eran más largos que otros hoy no era la excepción. Tomó su celular con las llaves de su carro y unas rosas carmesí, oliéndolas asegurándose que estás tuvieran todavía olor.

Abrió la puerta de su apartamento, arreglando su saco arrepintiéndose de no haberse vestido con una ropa más casual para así poder utilizar una bufanda ya que el frío entraba hasta sus huesos. Suspiró fuerte sintiendo su nariz congelarse en el camino al hospital. En dónde sus esperanzas y sueños permanecían todos los días.

Prendió el carro y salió del estacionamiento, fijándose bien antes de cruzar calle. Tratando de no pasarse ningún semáforo. Siempre teniendo en cuenta lo que había hecho de su vida una gran mierda y joder, que lo último que quería era llegar con los ojos llorosos al hospital y quebrarse en frente de la persona que amó y seguía amando como la primera vez y si esto era por algo que él había hecho mal pedía mil disculpas diarias.

Estacionó el carro en frente del hospital, bajándose de este mientras arreglaba su traje y tomaba las rosas carmesí entre sus manos. Oliéndolas, suspirando profundamente, sintiendo el frío de invierno amenazar contra su labios. Lamió su labio inferior humectándolo con su saliva sabiendo que era más probable que se le resecaran más rápido de lo normal si hacía eso más seguido. Cerró la puerta del automóvil negro y se encaminó a la entrada del hospital. Parando en atención a cliente brindando sus datos para que se le diera el permiso de visita.

"Buenas tardes Señor Jungkook."

"Joven." Corrigió con una sonrisa.

"Lo siento." Respondió la enfermera avergonzada. "Es raro ver a alguien a su edad tan maduro."

"De hecho, tengo 28 años, por lo que no me sorprendería ver a alguien tan maduro como yo a esta edad." Frunció el ceño ante lo absurda que había sonado la mujer de tez canela.

"Tiene razón, mi error." Le entregó un carnet de visita. "Ya sabe la dirección, asegúrese de no estresar mucho al paciente. Las visitas terminan en treinta minutos por lo que se pide ser responsable con el tiempo."

"Gracias." Tomo el pequeño papel entre sus manos y sonrió a la mujer. Dando una vuelta para seguir por un camino largo, girando a la derecha, acercándose a los ascensores entrando en uno. Presionó el botón seis. Apoyando su cabeza en la pared de metal del ascensor. ¿Qué cojones había hecho mal para que no se acordara de quién era él? Lo único que le pedía era que no se olvidara de él y todos los momentos que habían pasado juntos. Los doctores seguían diciéndoles lo mismo, dale tiempo, no le estreses con preguntas, el tiempo hará que sus recuerdos vuelvan a él, ya verás.

Pero todo se sentía tan eterno, los segundos se habían convertido en minutos, los minutos en horas, las horas en días y los días en meses y sin ninguna respuesta positiva que él se recordará de él definitivamente porque al final del día, la rutina de volverse a conocer era la misma.

Salió del ascensor dirigiéndose a la sala de su amigo. Tosiendo fuerte antes de entrar. Abrió la puerta del cuarto blanco con cortinas azules, encontrándose con Seokjin jugando ajedrez con el de pelo castaño rubio que había en frente de sus ojos. Respiró profundamente y sonrió al menor.

"Hola chicos" saludó con una sonrisa, acercándose a ambos.

"¡Jungkook!" Jin corrió a abrazarlo, demasiado fuerte para su cuerpo.

"Hola Taehyung" Se sentó a la par del menor. Perdiéndose en los ojos de confusión del castaño. Grabando en su memoria lo hermoso que era y siempre sería. Pasando su mirada por la lengua de este lamiendo su labio inferior, mordiéndolo.

"Um...hola" Sonrió penoso. "Estábamos jugando ajedrez con Jin-hyung" Sonrió al mirar la sonrisa del menor mientras abrazaba del cuello al mayor de los tres. "¿Jugarás con nosotros?" Le preguntó sonriendo.

"Claro que si, porque no." Tomo la dama entre sus dedos, moviéndola a una casilla comiéndose el caballo del menor.

"¡Eso no se vale!" Gritó exaltado el castaño.

"¿Por qué no? La dama se puede mover para todos lados y tu caballo se encontraba en una de mis líneas." Rio por el pequeño puchero que el menor hacía con su boca.

"Pero...mi caballo es muy bonito. Mejor cámbialo por mi alfil."

"Eso no se puede hacer." Rio fuerte.

"Solo por esta vez ¿si?"

"Um..." Miró a los ojos al menor, "Ok, pero solo por esta vez." Cambió la pieza que se había comido por la que Taehyung le había ofrecido.

Jugaron un buen rato varias partidas, siendo Jungkook siempre el ganador de cada una de ellas. Sonriendo cuando el menor se tomaba de sus mechones castaños diciendo que él estaba haciendo trampa, porque era imposible que siempre ganara y que si lo descubría se arrepentería de todo lo que estaba haciendo, a lo que el mayor encontraba tierno. Jin paró el juego ofreciéndoles emparedados a ambos con un jugo natural de naranja.

Y a veces, aprendemos a querer demasiado tarde.

"¿Y cuál es tu propósito? ¿Aquí? Esta noche" Preguntó el menor. "¿Por qué siento que ya te he visto?

"Decirte que te quiero."

"Pero, ¿quién eres?" Ignoró su declaración.

"No necesitas recordarlo."

"Soy Taehyung" Le dijo el castaño estirando su mano en saludo.

"Soy Jungkook." Tomó la mano del menor sonriéndole. Ambos soltaron manos y Taehyung escondió uno de sus mechones detrás de su oreja. Jungkook miró el reloj de su muñeca. Joder, llevaba dos minutos más tarde de la hora de visita. "Es tiempo de irme." Se levantó, tomando su saco poniéndoselo de nuevo.

"¿Vendrás mañana?" El mayor miró a Jin, quién le sonrió y asentó con su cabeza.

"Si, vendré mañana." Jugó con el pelo del menor. "Siempre vendré, no importa cuanto tiempo me tome."

"Te estaré esperando."

Jungkook sonrió, despidiéndose de Jin, abriendo la puerta del cuarto sin ver hacia atrás porque sus lagrimas amenazaban con salir.

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Abrió la puerta del cuarto en el que Taehyung se encontraba. Encontrándose con el menor peinando su cabello, dándose la vuelta para encontrarse con el mayor.

"¿Te conozco?" Le preguntó asustado.

"Hola, soy Jungkook." Estiró su mano para saludar al menor. Quién lo pensó dos veces antes de darle la mano y verlo al rostro.

"Hola, soy Taehyung, Kim Taehyung." Agacho su cabeza en forma de saludo, sentándose en una camilla.

Lo sé, joder lo sé. Pensó el mayor para si mismo. Recordando las palabras del doctor.


♡ ♡ ♡

FIN.

Tell me you love me         -Taekook / KookV [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora