Bueno aquí les traigo la 3ra parte de esta historia, espero que les esté gustando tanto como a mi me está gustando escribirla.
Espero que les esté gustando los cambios y los datos agregados a esta historia.
Había dicho que iba a seguir el orden en el que aparecían las hijas según a como iban llegando en la historia original pero, me lo pensé un poco y decidí hacerle algunos cambios, como deje ver en el capítulo anterior.
Bueno sin más les dejo el capítulo... - - - - - - - - -
Gremio Fairy Tail...
Todos estaban más que alegres después del pequeño concierto que protagonizó nuestro mago de fuego a petición de una de sus hijas.
Hablando de el, estaba más que feliz de ver que a todo el mundo le gusto su música, realmente significaba mucho para el.
En cambio tanto las madres de sus hijas como sus hijas en sí, estaban de la mar feliz, nunca nadie había tenido un detalle así con ellas, y mira que tenían muchos pretendientes, a sus ojos fue lo más hermoso y romántico que les haya pasado, aún no se creían el talento que tenía oculto el pelirosa pero ahora en adelante le pedirían que les cantará cada vez que pudiera.
Makarov: Hijo porque nunca nos dijiste que tenías un gran talento como este.- cuestionó el anciano después de presenciar el concierto improvisado.
Natsu: Bueno, realmente no me sentía seguro de darlo a conocer, eh visto como abuchean a Gajeel y no me gustaría que me pasará lo mismo.- se sincero el mago ante sus compañeros, el mencionado solo lo vio con enfado, parece que hasta en la música Salamander era mejor que el.
Los hombres solo aumentado sus niveles de envidia a un 200%, podían ver que aparte de las chicas con las que tendría una hija, las demás damas del gremio lo veían con ojos soñadores y alguna que otra con ojos pervertidos.
Las mujeres, bueno ellas no podían dejar ver al pelirosa de una manera.. no muy santa, bueno es que no lo podían evitar, era guapo, atento, romántico, al parecer muy responsable y lo mejor, sabía cantar, ¿Quien no querría un partido así?.
Las hijas estaban también muy emocionadas, su padre era simplemente increíble en cualquier tiempo en el que estuvieran con el, con eso en mente querían pedirle que siguiera cantando, así que juntándose todas, hasta la pequeña Yoshino se acercaron a donde estaba su padre que justamente era el escenario.
Alice: Papá queríamos preguntarte algo.- hablo primero la albina a su padre ganando así la atención de este como del gremio.
Saya: Queríamos saber si no te molestaría seguir cantando.- pregunto tímidamente mientras jugaba con una de sus coletas, los hombres presentes tuvieron que taparse la nariz ante el inminente derrame que tendrían por tanta lindura en una persona.
Las demás hijas solo lo veían con ojos de gatito tierno, ante eso no podría negarse, después de todo son sus hijas.
Natsu: Claro que sí hijas después de todo pensa...- no pudo terminar de hablar dado que escucho como se abrían las puertas del gremio con fuerza, dando a entender que la abrieron de una patada, el sabía de esas cosas, giro su mirada así como todos los demás para prestar atención a quien había llegado.
Frente a ellos se presentaron dos jovencitas, una pelirroja y una peliblanca, ambas traían un rostro que solo reflejaba fastidio, sobre todo la peliblanca.
¿?: Vaya así que así se veía el gremio, realmente no ha cambiado mucho.- hablo la pelirroja de ojos verdes a su acompañante.
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