...los hijastros de mi madrina...

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-disculpe, señor, ya hemos llegado

Me despierto, todavía me encuentro en avión, la azafata me mira con a fan por lo cual me levanto, me dirigió a la salida con otros pasajeros, el sol meda en toda la cara por lo cual me tengo que tapar la cara, bajo las escaleras y me dirijo hacia el aeropuerto.

cuando estoy saliendo busca con la mi madrina, y la veo a cambiado demasiado, no tiene mal cuerpo para su edad, tiene muy buena ropa, y se porta como toda una dama

lo que mas me sorprende es que a su alrededor a hallan por lo menos seis guardaespaldas, me ha cerco a ella y ella me espera con una gran sonrisa, hace mucho tiempo que no la veo, ella no puede tener hijos por lo cual yo soy su niño

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lo que mas me sorprende es que a su alrededor a hallan por lo menos seis guardaespaldas, me ha cerco a ella y ella me espera con una gran sonrisa, hace mucho tiempo que no la veo, ella no puede tener hijos por lo cual yo soy su niño

Cuando estoy al frente de ella me abrasa, y me besa por toda la cara

- Madrina, controla te quieres

Ella se ríe y me vuelve a abrasar

- como me puedes pedir eso, si hace años que no veo a mi niño, te extrañado mucho Eliot

-yo también

- nos tenemos que ir, hay muchas cosas que tenemos que hacer antes de llegar a casa

Mi madrina me coge el brazo y nos dirigimos a la salidas, esta muy feliz se le nota, creo que estos días que a pasado aquí solo mi madre la llama de vez en cuando, creo que no va estar tan mal vivir algunos meses con mi madrina y su pareja

Antes de llegar a la casa de mi madrina, me compro ropa de marca, mucha para mi gusto, pero la deje que lo hiciera, yo no tengo corazón para quitarle eso, me hizo un cambio de look completo, mi cabello, era un poco largo y ahora lo tengo mas arriba de los hombros con unas bonitas ondas, mis ojos azules resaltan mucho mas, por lo cual ella me hizo cambiarme la ropa hay mismo, me puse una camisa azul claro, un pantalón que para mi me quedaba muy apretado y unos botines blancos, cuando salimos del centro comercial todo mundo me miraba, las miradas de las chicas me gustaban, pero las de los chicos me ponían tenso.

El viaje asta la casa fue tranquilo, si hací se le puede llamar a que tu madrina te preguntas toda tu vida.

Cuando llegamos, lo primero que veo es una gran, gran mansión...

Cuando llegamos, lo primero que veo es una gran, gran mansión

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SaymonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora