Cuando yo era pequeño, mi madre se fue de casa y me padre fue el que se es cargó de mí. Ahora tengo 13 años, y no es que me relacione mucho que digamos, por lo que no tengo amigos.
Pasé toda mi infancia solo, por mas que los profesores intentaron juntarme con alguien, sus intentos fueron en vano. Supongo que mi tendencia a la soledad será porque me afectó mucho el perder a mi madre, aunque mi padre intentó arreglarlo dándome una madrastra con la que el salía después de dejar a mamá. Pero eso solo empeoró las cosas...
Mi padre dice que me salté muchos, muchísimos días de clase porque de repente me ponía a llorar o ponía caras muy tristes, y eso a él le parte el corazón. Ahora que estoy en el instituto, mi padre me dijo muy seriamente que si no me quería pasar el resto de mi vida solo, que empezara ha hacer amigos, y eso me asustó mucho.
Hoy ha sido mi tercer día en el instituto, durante el recreo una chica de pelo negro, ojos marrones y delgada; se me ha acercado y me ha dicho:
Perdona, como te llamas- dijo con mucha seguridad
-Mark...- respondí
-Yo me llamo Sara, encantada- me dijo con entusiasmo mientras me tendía una mano como saludo.
-Igualmente...- respondí tímido.
-Vamos a la misma clase sabes??-me comentó
-Si, supongo-dije desinteresado
Tras sonar la sirena de imprevisto, ambos fuimos a clase, sin darnos cuenta de que íbamos juntos.
ESTÁS LEYENDO
No me llames si no es por mi nombre
Teen FictionUn niño llamado Mark, comienza el instituto, el es muy tímido, por lo que no tiene amigos. Pero las cosas cambiarán al conocer a una chica llamada Sara, que acabará convirtiéndose en su mejor amiga.