Sin palabras

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Era recurrente que corriera casi siempre a casa después de la escuela subia con rapidez a mi habitación y con un poco de desespero observaba  por la ventana, aquella calle tan conocida que se encontraba justo en frente y despues de contar, como si fuese un martirio, los segundos ahí estaba como todos los días, pasando con su característico uniforme, de una escuela que se encontraba a unas cuantas cuadras de esa calle, su mochila color púrpura y lo que nunca podía faltar, por que sería como ver a otra persona más caminando por la calle, ese especial broche en forma de uva, que después descubrí que era su broche favorito.

No se cuando comenzó exactamente, lo unico que recuerdo es un día lluvioso donde recargado en el marco de la ventana veía a todos refugiarse, en ese momento estaba llorando, aún no recuerdo cual fue el motivo, tal vez sólo se trataba un motivo infantil pues, eso era, un niño. Tengo un vago recuerdo de algo impactando justo en mi cabeza, de no ser por los buenos reflejos la gravedad lo llevaría hacia abajo, de donde probablemente vino, cuando lo observé con detalle era un pequeño chicle de uva, pero, lo que me hizo desviar la mirada de aquel cuadro azucarado no fue el desconcierto sino un grito proveniente de una niña.

"deja de mojarme, es molesto"

dicho eso se escabullo por algún árbol y la perdí de vista, no me di cuenta hasta años más tarde cuando por nostalgia veía la lluvia y recordé lo empapada que estaba aquella vez.

Pero sin embargo en esa época ya no podía dejar de observarla cuando regresaba o se dirigía a la escuela, no sabia con precisión y eso me causaba un poco de curiosidad, pero nunca me animé a nada. Ella era para mi como un imán, me llamaba la atención con tanta facilidad como el imán atrae al metal, o eso nos había explicado el maestro aquella vez.

Con el tiempo ya no sólo me daba curiosidad su presencia, ahora podía ver pequeños detalles como lo linda que era su sonrisa, su característico tarareo de una canción infantil que sin quererlo se volvió mi favorita, como jugaba con el dobladillo de su falda al encontrarse nerviosa, o lo apagada que se encontró su mirada cierta temporada.

Más años pasaban y podía conocerla aún más sin siquiera hablarle, el cambio de su cuerpo, del cual a veces se avergonzada,  como al ver a sus amigas, ella se empeñaba en arreglarse, que al pintarse los labios de color rosa se veía aún más linda,  conocí los diferentes cortes de cabello que se animó a probar así como algunos cambios de color que se realizaba y aunque al principio parecían raros, se veian lindos en ella.

Tiempo después me di cuenta lo enamorado que estaba de ella, para ese tiempo ya no era un niño sino un inexperto adolescente, pero ella ya había dejado esa etapa atrás así que por más que me empeñara no podría alcanzarla.

Y el saberla tan lejana me resultaba amargo ya que nunca tuve el valor de acercarme a ella, por que no sabía de mi, no tomaba en cuenta mi existencia, pero eso no me impidió verla, ya fuera sola o acompañada siempre descubría una nueva faceta y siempre terminaba encantado, aunque eso nunca lo sabría, por que ese fatídico día de lluvia que dirigio la mirada hacia un pequeño niño que lloraba sobre el marco de su ventana, gracias a esa decisión, ese niño después de aquel día de lluvia nunca dejo de ver hacia abajo, esperando verla cada día.

Todo seguia igual, ella seguía sin notarlo, sin notarme, eso no ha sucedido, ni ahora que somos más experimentados, menos fogosos y con más años. No ahora que ya no recorre la banqueta con uniforme, sino con un traje formal para dirigirse  a su trabajo, no sin antes dejar a sus hijos que de manera reciente portan el mismo uniforme rojo que siempre me gusto ver en ella.

Ahora solo quiero plasmar en este pedazo de papel está historia, nuestra historia, por que ella fue la protagonista durante tantos años, sin siquiera saberlo. Años que me resultaban inciertos y eternos, unos años que al verlos convertidos en tinta y letras me resultan efímeros, pero despiertan miles de pensamientos, pensamientos que me llevan a abrir la caja de tesoros que conserve desde niño, donde  se encuentra un pequeño y obsoleto chicle de uva.

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⏰ Última actualización: Jan 14, 2018 ⏰

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