Capítulo Único

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Él le gusta.

Le gusta mucho esas manchas que decora su rostro, que recorren y forman una especie de galaxia tóxica por todo su cuerpo, lo que más le agrada es ver esos ojos verdes que brillan y brillan sin cesar, le gusta su voz las veces que habla, las veces que grita, las veces que susurra a mitad de la noche, le encanta cuando aquel cuerpo tiembla hasta rendirse a él. Todo de él le fascina.

Todoroki sabe que ama a Midoriya por sobre todas las cosas, y en verdad que lo ama con locura, Shõto es consciente que no soportaría perderlo, no soportaría que lo arrebatasen de su lado, no podría ni concebir la idea de que tal cosa ocurriese. Su mundo se rompería, se volvería un caos que nunca obtendría calma.

Pero también sabe que eso no pasaría jamás, sabe que Izuku permanecerá a su lado para siempre, Izuku se lo ha dicho en varias ocasiones y él de verdad le cree ¿cómo no hacerlo cuando lo dice tan solemnemente?

Y como en muchas otras noches, los ojos de Izuku están brillando, tal y como le gusta, él está susurrando lo que más le agrada escuchar, y las galaxias se están formando de a poco, mientras otras se van desvaneciendo, convirtiéndose en agujeros negros que lo consumen todo a su paso.

Yo no me iré, Shõto. Te lo prometo.

Y Todoroki sabe que es verdad.

Entonces, lo carga y lo deposita tiernamente sobre la cama que ambos comparten, le besa en los labios, le muerde muy, muy gentilmente, aún así el sabor de la sangre ya está mezclada con su saliva, Todoroki también besa su cuerpo, besa esas pequeñas manchas, besa esas pecas...
Lo siente temblar, escucha los suaves jadeos que salen de la boca de Midoriya, decide que quiere abrazarlo, que quiere fundirse con él una vez más, desea nuevamente sentirse una parte más de él, que ambos corazones, que laten con fuerza, se compaginen en una danza surrealista. Desearía recorrer el universo completo que representa Midoriya.

— Te amo, Izuku. — dice.

E Izuku simplemente sucumbe, sus sentimientos se desbordan de sus ojos intensamente, y toca con su temblorosa mano la cabellera de dos colores, acaricia con toda la delicadeza que le es posible obtener en esos momentos, suprime aquel ligero malestar que siente en el interior y en sus pensamientos sólo queda la absoluta verdad quemando a fuego vivo, consumiendo todo su ser, y ardiendo tan intensamente que se ha vuelto una tortura.

No es amor...

Porque Izuku lo sabe...

Es consciente porque sus propias mentiras lo delatan, las miradas ajenas se lo gritan, y porque sabe que el sol no se puede ocultar con un sólo dedo.
No se puede. En verdad que no.

Por eso, con el corazón partido, con los ojos rojos, con el rostro descompuesto, y con las lágrimas surcando sin cesar por sus mejillas, es que sube al tren días después, con un universo entero aglomerado en su cuerpo.

Lo deja todo atrás porque sabe que es lo mejor.

Todoroki al día siguiente sólo puede desquitarse con los muebles de su casa, romper las ventanas, los floreros, el televisor y todo lo que esta a su alcance, sólo puede gritarle a las fotografías, sólo puede llorar porque desconoce lo que hizo mal, y es que nadie le dijo al pequeño Shõto de cinco años que los golpes que su padre le daba a su madre no estaban bien, que esos consejos de que todo debe permanecer tal y como a él se le dé la gana no era uno bueno, nadie le dijo que una familia descompuesta sólo terminaría por formar otra igual de mal. Igual de podrida.

Nadie le dijo que lo que uno aprende dentro de su hogar, lo terminaría implementando en su vida en el futuro. Nadie le enseñó una buena forma de amar, nadie le dijo que esas galaxias que admiraba en el cuerpo de su madre no estaban formadas de amor, y que las galaxias que creaba en el cuerpo de Izuku tampoco lo eran.
No lo eran, en lo absoluto.

¿Por qué nadie le dijo que la forma en la que brillan los ojos de alguien que ha llorado mucho, simplemente no se podían considerar algo hermoso?

Y que cuando la voz se vuelve bajita, titubeante y quebradiza no es una melodía que deba ser admirada.

Tampoco nadie se atrevió a decirle que las promesas realizadas por el puro miedo, se rompían sin culpa alguna, sin remordimientos.

Todoroki no sabe que su forma de amar no puede ser considerada como tal.

Shõto Todoroki no es consciente que aquello que él siente no es amor.

No puede serlo.

Midoriya lo supo.

Todoroki aún no.

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No es amor [TodoDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora