En su mente, aquel breve momento se encontraba grabado cual tatuaje, solo que ese recuerdo no era tangible en ningún sentido, pero en realidad no era necesario aquello.
No iba mentir, realmente fue algo que en un principio había logrado fracturar de alguna manera su corazón (una fractura más, una menos, realmente no le importaba), pero a medida que las palabras de ella resonaban sobre su cabeza, fue incapaz de no sentir una pequeña chispa de ¿Esperanza? ¿Alegría? Por qué, realmente no se esperaba aquellas palabras.
Sí, era consciente de que ella de alguna manera le tenía aprecio, incluso era notorio para él que, con el paso del tiempo, el cariño que ella podía tenerle solo aumentaba. ¿Qué como lo sabía? Fácil; Siempre estaba mirándola.
Y no, aquello no era en plan acosador (aunque si le preguntabas a Plagg, te respondería que sí), pero, tal como aquel momento, en su mente se encontraban las pequeñas cosas que ella hacía y, como se comportaba con él. Sí, no es secreto para nadie esto; Ladybug al principio parecía rehuir un poco de él, incluso en varias ocasiones se había mostrado levemente molesta ante sus tontos pero divertidos comentarios. Pero las cosas ya no eran así, de manera paulatina la dinámica entre ellos había evolucionado.
Y él lo había notado de inmediato.
Ella reía ante sus bromas, incluso le seguía en juego gustosa. También, cuando él soltaba de vez en cuando un coqueteo para ella, en lugar de ignorarlo o rodar los ojos como solía hacerlo con anterioridad, ahora ella respondía; En ocasiones para aterrizarlo en la tierra, y en otras simplemente lo hacía llegar hasta el cielo con sus palabras coquetas.
Pero el saberlo era una cosa muy diferente. Saber que en el corazón de Ladybug había un lugar para él aunque fuese como un amigo era algo que le hacía sentir una repentina felicidad. Para él, esa palabra significaba algo importante.
Recordó de manera breve las horas que se había pasado frente al espejo con su laptop a un lado mientras veía "Ouran High School Host Club" y admiraba a Tamaki con sus osadías, intentando captar su esencia y seguridad para poder expresarle sus sentimientos a Ladybug. Pensó incluso usar algunas frases de "Romeo x Juliet", pero al recordar que aquello ciertamente no acababa de una manera ideal desechó la idea, aún así la espina de pedirle ser su romeo se había quedado clavada en su mente.
Claro que, luego de los sucesos durante aquella tarde la situación no dejo que eso ocurriera. Y, cuando por fin ella se encontraba frente a él, las palabras se quedaron en el aire debido a que ella fue la primera en hablar.
Por unos segundos, la idea de continuar con su palabrería cruzo por su mente. Pero todo lo desechó, en cuanto pudo ver un rastró de culpabilidad en los ojos de ella.
Actuó por instinto y dijo lo que tenía que decir; Que ella era su mejor amiga.
No diría algo que le incomodará, como tampoco haría algo así. Entonces, con un simple acercamiento y un suave beso en su mejilla, se alejó del lugar.
Pero, antes de partir se percató de algo.
Él podía escuchar más de lo que las personas comunes lo hacían (claro, cuando era Chat Noir), y en esos momentos no supuso ningún reto el escuchar los agitados latidos del corazón de ella, llevando un ritmo que solía escuchar solamente en dos situaciones; Cuando corrían apresurados en búsqueda de algún escondite para salvaguardar sus identidades, o cuando París los necesitaba. Por esa razón, fue una sorpresa identificar sus desbocados latidos en una situación que no suponía peligro alguno, o al menos fue su primer pensamiento.
Después comprendió que, en efecto, quizás ella pensaba que en aquel momento él pudo robar su corazón.
Eso logró que sonriera, ignorando las quejas de Plagg sobre lo melodramático que pudo ser en un principio. Pues para él, en aquellos instantes aquella amistad que compartían era lo más valioso que podía pedir, debía pasar la hoja y ser paciente, y sólo tal vez él estaría en el lugar que aquel chico ocupaba.
ESTÁS LEYENDO
Sin elección [Miraculous Ladybug Oneshot]
FanfictionQuizás por ahora no tenían elección, y debían esperar, pues ellos eran los héroes de París y aún tenían amenazas que vencer y misterios que debían aprender sobrellevar en sus hombros. Pero la espera valdría la pena.