Capítulo 1: El Chico Nuevo

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Me llamo Leah y tengo 17 años. Vivo en un internado llamado Rozen Creus, por causa de que mis padres trabajan en el extranjero y no pueden ocuparse de mí debido a un pequeño problema. Tengo una salud y cuerpo débil. Y eso provoca problemas a mis padres ya que ellos no paran de viajar y como no deseo molestarles con mi salud les pedí vivir en este internado porque el director es conocido suyo y eso facilitaría mi estancia y cuidados. Llevo ya 7 años en él.

Tengo dos maravillosos amigos que se preocupan y cuidan de mí. Más que preocuparse y cuidarme casi parece que me amargan la existencia. Uno de ellos es una chica llamada Angy, más que amiga parece mi madre, pero es como una hermana para mí. Y el otro es un chico, que no se sabe donde tiene la cabeza, pero es genial a la hora de la verdad, se llama Uriel.

Falta un día para que empiece el nuevo curso y no paran de llegar nuevos alumnos. Por ello antes de que empiecen las clases nos reunimos los tres amigos para poder estar lejos de todo el jaleo que forman por el nuevo comienzo. No sé porque tanto alboroto.

Siempre quedamos en la fuente que hay aproximadamente enfrente de los dormitorios de las chicas. Queda un poco apartado de todo, así que nos gusta como rincón de relax. Habíamos quedado a las 20:00 de la tarde que era cuando empezaba a oscurecer. ¡Era el momento perfecto!

Estábamos Angy y yo sentadas en el borde de la fuente hablando y riendo mientras esperábamos a Uriel. Llegamos las dos juntas porque compartíamos habitación y los dormitorios de las chicas estaban cerca, en cambio el de los chicos estaba algo lejos por lo cual Uriel tardaría en llegar. Una cosa era tardar un par de minutos, pero él en ese momento llevaba más de media hora. A Angy y a mí se nos hizo raro él siempre tardaba entre 8 o 10 minutos, no más.

Cuando íbamos a darnos por vencidas y volver a nuestra habitación apareció Uriel, lo malo es que no venia solo, sino acompañado con otro chico.

-¿Uriel, que horas son estas de venir?- Le dijimos entre Angy y yo.-

-Lo siento. No pude venir antes. Tenía que enseñarle el internado a Nathael mi nuevo compañero de habitación.- Dijo Uriel disculpándose.-

Todo seguido de eso nos presento a Nathael y nosotras nos presentamos también.

Era muy serio y callado apenas hablaba aunque era bastante guapo y tenía un aire misterioso que lo hacía bastante interesante.

Después nos fuimos acompañándoles a los dos por su paseo por el recinto. A Nathael parecía que le daba todo igual, como si nada careciera de importancia y mucho menos la vida misma. Al menos era la impresión que daba al hablarnos sobre él.

A mí me llamaba mucho la atención pero no me gustaba nada su forma de pensar. El porqué no lo sé pero parecía tener nervio de acero y temperamento fuerte aunque no sabía el porqué ese desprecio hacia todo.

Al acabar de pasear volvimos Angy y yo a nuestra habitación. Las chicas estaban en el cuarto de baño duchándose y jugando con sus pelos y lo peor era el alboroto que tenían en ello y para colmo nuestra habitación daba justo al lado del baño que era público.

Angy fue abajo a buscar un paño húmedo ya que al parecer tenía fiebre. Me encontraba cansada y débil, causa de mi débil salud. Por ello me metí en la cama a descansar un poco. Mientras yo sufría las chicas en el baño reían y hablaban fuerte. Me era imposible descansar pero la fiebre podía conmigo y caí rendida ante ella durmiéndome.

Al parecer mientras yo me dormí las tontas chicas se olvidaron alguna cosa enchufada al irse lo cual provoco un incendio.

Como la habitación estaba al lado las llamas entraron rápido en mi habitación y aunque desperté por el jaleo. El humo hacia que me debilitara, cayendo desmallada.

Angy llorando llamo a Uriel y él junto con Nathael acudieron rápido.

Yo no era consciente de lo que pasaba, pero al parecer Nathael y Uriel consiguieron entrar al edificio en llamas. Mientras Uriel se ocupaba de despejar algunas chicas Nathael vino a rescatarme. No sé cómo consiguió entrar a la habitación ya que la puerta está bloqueada, pero lo consiguió. Entro y me saco del cuarto. Pero salir del edificio no era fácil.

Escuchando su voz en la oscuridad desperté y le vi sosteniéndome en sus brazos, mirándome con sus hermosos ojos que parecían zafiros brillando en todo aquel intenso fuego, mirándome a mí fijamente. En ese momento escuche de sus labios decirme. "No dejare que te ocurra nada, daré mi vida en ello, pero saldrás de aquí. Lo juro."

Esas palabras hicieron que mi corazón reaccionara y latiera rápido, en ese momento él me coge en brazos para ir en busca de una salida. El edificio ardía rápido y al parecer el techo no se sostendría por mucho tiempo más. Teníamos que salir de ahí rápido.

Mientras Nathael corría buscando una salida conmigo en sus brazos mi corazón no paraba de latir, sus palabras recorrían mi cabeza. Mi cuerpo no aguantaba más el humo y la fiebre al parecer aumentaba cada vez más. No era buen momento para tener una salud débil. Y lo peor es que Nathael quería arriesgar su vida para salvar la mía. En un instante Nathael dejo de correr y me dejo en el suelo. Después se quito su camiseta y la rasgo sacando dos trozos de ella. Uno me lo dio a mí, diciéndome que me tapara la boca y la nariz con el así el humo no me afectaría tanto. Él utilizo el otro trozo. Tras ello volvió a cogerme y seguimos adelante.

Cuando parecía haber una posible salida hubo un desprendimiento del techo quedando bloqueada. Nathael trato de buscar otra salida, pero viendo que no había otra se le ocurrió nada más y nada menos que saltar por alguna ventana del primer piso. Había unos 10 metros aproximadamente de altura.

La ventada de la cual él quería saltar daba a la parte de atrás y justamente ahí estaba la piscina. Yo no sabía nadar. Mi cuerpo no me lo permitía. ¡Genial!.

Cuando lleguemos a la ventana, Nathael rompe el cristal de una patada y se asoma teniéndome a mí aún en sus brazos. Yo estaba aterrada.

-¡Nathael, no sé nadar!- Le dije agarrándome fuerte a él.-

-Tranquila, yo te protegeré. Ya te eh dicho que no te pasara nada. Eres mi prioridad, no dejare que mueras.- Me dijo mirándome a los ojos fijamente.-

Desprendía un aura de seguridad que me daba tranquilidad. Sabía que con él no me ocurriría nada. Y menos por culpa de ese estúpido incendio que me obligaba a tener que saltar a una piscina aún cuando no sé nadar.

Nada más acabar de decirme esas palabras me agarro fuertemente y saltamos al agua.

Caímos en plena piscina. Él no me soltó en ningún momento, me saco del agua y una vez fuera fuimos en busca de los demás. Habían venido los bomberos y la policía y todos estaban ahí mirando y esperando que los dos saliéramos vivos.

Al vernos Angy y Uriel vinieron corriendo hacia nosotros, también acudió el director todo preocupado, pero Angy venia llorando. Un poco mas y le daba un ataque. Le decía a Angy que no se preocupara que estaba bien. Todo gracias a Nathael. Él me había salvado la vida. Si no fuera sido por él estaría muerta.

Al parecer los bomberos consiguieron apagar el fuego al cabo de un rato.

Yo le di las gracias a Nathael. Angy no paraba de llorar y no sabía el porqué si estaba bien.

Angy aprovechando el momento le dijo a Nathael que yo tenía la salud delicada y también el cuerpo. Que si no fuera sido por él de ahí no salía. Al oír eso él me miro fijamente con un brillantez extraño en sus ojos. Parecía que había encontrado algo valioso al que tuviera que proteger con la vida. Al menos eso transmitía su mirada.

Tras eso me cogió y me llevo a un lugar apartado de todos. Me dijo algo que cambiaria del todo lo que yo entendía sobre no tener miedo...

¿Por qué no siento miedo?Where stories live. Discover now