Mio

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Baje del auto visiblemente enojado, realmente me habian arruinado la noche, no podia ser posible, Min Yoongi señor posesivo lo había hecho de nuevo y arruino lo que sería una romántica cena de aniversario, estuve muy emocionado cuando planeamos la cita e incluso compramos ropa nueva y nos arreglamos como cuando eramos novios, incluso me sentía nervioso si tan solo no hubiera golpeado al camarero por disque mirarme de manera inapropiada.

Entre a la casa sacandome mis zapatos y mi saco tirandolo en algun lugar de la sala, el me hiba a escuchar, no podía tratarme como un objeto.

-¿QUE RAYOS PASO?, ¿PORQUE TE PORTASTE TAN ESTUPIDO? - Estalle una vez entro por la puerta mientras se aflojaba su corbata, maldita corbata lo hacia ver más sexy y con el seño fruncido se me hacia dificil enojarme más que exitarme.

-Ya lo sabes Jiminie, no me gusta que alguien más te mire de esa forma como lo hizo, eres mio y no entiendo porque te alteras tanto- Hablo serio y soltó un suspiro.

-¿De que rayos hablas?- Eleve más la voz.

-Prácticamente le coqueteaste en mi cara, estabas coqueteando y sonriendo. Me di cuenta - Me asusto la manera tan fría en la que me hablo pero aun así le sostuve la mirada.

-¿Lo dices enserio?- Sentía mi cólera aumentar, una cosa era que me celara y otra que me levantara falsos.

-¡No estaba coqueteando!, ¿Ya no puedo ser amable?, ¿Me vas a decir a quien le debo sonreir?, ¿Qué demonios te pasa? - Solté con furia, realmente me enfade demasiado, el no podia siquiera dudar de mi aun que muy en el fondo sabía que estaba molesto y no pensaba lo que decía, y sabia exactamente el por que...sus jodidos enfermos y malditos celos.

Por lo general no me molestaba, es más los disfrutaba, pero hoy no era uno de esos días en los que lograran exitarme, el dia de hoy me enfurecieron.

Se acerco a mi lentamente e instintivamente retrocedí. No me haría daño es incapaz pero no queria que me tocara, sabia lo que pasaria. Una vez que pusiera sus manos en mi olvidaría el por que empezamos la pelea.

-¿Esperas que estuviera tranquilo mientras te veo coquetear con otro hombre?, ¡No lo voy a permitir, eres mio!

-¡Que no estaba coqueteando!, era un jovencito podria ser mi herma..

Mi espalda choco con la pared, haciéndome callar pues el aun seguia caminando a mi direccion.

-Eres mi esposo Jimin, eso te hace mío y creeme que si pudiera encerrarte en nuestra habitación para ser el único capaz de mirarte, lo haría- Su voz era baja y profunda, sus ojos no dejaban de comerme con la mirada.

-No soy un objeto

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-No soy un objeto... No..No puedes tratarme asi, tengo el control de mis acciones-Estaba muy cerca de mi, coloco sus manos a los costados de mi cabeza haciéndome sentir su delicioso aroma logrando embriagarme ligeramente, me mordí los labios para evitar soltar un gemido, la manera peligrosa en la que me miraba estaba comenzando a aumentar el calor en mi cuerpo... ¡NO!, No se la pondre facil, estoy enojado con él y tiene que entender que no será siempre ... acerco sus labios a los mios.

Vida de casadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora