El hermano que perdí

El día que perdí a mi hermano

Prólogo

Recuerdo que yo tenía un hermano, uno que cuando yo no estaba él era quien se encargaba de los demás, no era menor que Choromatsu, pero tampoco era mayor que yo, era el segundo al mando, siempre jugábamos juntos y molestábamos a los demás, así como también defendíamos a los otros de los abusadores.

Pero

¡Osomatsu!

Por alguna extraña razón

¡No me sigan, o juro que lo mato!

No logro recordar nada más de él.

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—¡Osomatsu nii-san!

—¿Eh?—Salió de su trance, podía ver a Totty suspirar molesto diciendo lo inútil que era, mientras que caminaba hacia el teléfono que sonaba desde hace un rato. Oh, seguramente quería que él fuera quien atendiera, ni hablar, no se levantaría de ahí aunque lo patearan, su flojera y ganas de holgazanear podían más.

Pudo ver como Todomatsu le daba el teléfono a su mamá, seguramente era alguna de sus amigas para contarse el chisme del día, otro punto a su favor para no haber cogido él la llamada.

O eso era lo que pensaba hasta que vio cómo su madre dejó caer el aparato al suelo, sin importarle si quiera que este se estrellara en pedazos, bien, esta vez la curiosidad le ganaron a todo lo demás, justo cuando iba a preguntar algo su madre se adelantó.

—Vayan a comprar toda la ropa que puedan, así como un futon extra y diferentes productos de aseo—Y sin decir más salió de la casa, no sin antes dejar una buena cantidad de dinero en la mesa.