Otra vez levantándome de la cama, haciendo todo monótonamente, seguro que mi padrastro ya se había ido a trabajar igual que mi madre; camine hacia la cocina en pijama y sonreí cuando leí la nota que había dejado mi hermano mayor:
"No hay más cereal, me lo comí yo: le toca al pequeñín de la casa ir de compras"
Mire en la alacena y saque la caja de cereal que siempre guardaba en casos de emergencia, me reí por lo bajo mientras calentaba la leche en el microondas, busque una cuchara y espere para comer mi desayuno.
2 horas después...
Una ducha y un baile en la misma me vestí y me arregle para otro día más en la universidad. Llegue para el segundo periodo y fui directo al baño, me mire al espejo y negué tristemente; mis ojos marrones, pelo negro y mi cuerpo marcado no me gustaba; me sentía muy común demasiado normal, aunque me gustaba pasar desapercibido. Escuche que la puerta se abrió y alguien más entro, me di la vuelta para irme pero un cuerpo solido me impidió el paso, me aleje un paso pero coloco una mano en mi hombro, levante la vista, un chico un poco más alto que yo tenía su mirada fija en mi entrepierna; el asco que vi en su mirada cuando sus ojos me miraron fijamente me hicieron que no por primera vez me paralizara en el lugar, con miedo, sintiendo impotencia y esperando que no notara que estaba aterrado ante él, por reflejo retrocedí un paso.
-Eres un asco (gruño hacia mi apuntándome) una mierda, ya me lo habían advertido –
Yo pensé que no había notado mi erección pero cuando el primer golpe llego no me defendí, deje mi mente en blanco como siempre hacia esperando que todo pasara rápido.
1 año y medio después...
Otra vez estaba llorando, sentado bajo la ducha abrazando mis piernas y preguntándome como siempre lo hacía ¿Por qué yo?, ¿Por qué ser así?, ¿Por qué ser esta abominación?, ¿Este monstruo? Mire mis muñecas y sonreí tristemente cuando recordé la primera vez que el filo paso por ellas, lo que me hizo olvidar los golpes, los insultos, cada línea cicatrizada me recuerda cada vez que me escondí, que invente excusas por los demás, que negué lo que había pasado.
Este año es el último, es en el que termino la universidad, no sé si llegare, mis padres me trataban como una mierda, algo que no tendría que haber sido creado, me maltrataban verbalmente; mi única respuesta era sonreír y ocultar el dolor que era visible a través de mis ojos , mi hermano mayor está estudiando en el extranjero hace más de un año y siempre que viene de visita yo trato de esconderme en un rincón, tratando de pasar desapercibido,, su presencia me recuerda a antes donde no conocía el dolor y mi piel era perfecta, donde nadie me hería y podía ignorar cualquier cosa.
Salí de la ducha y me vestí, camine hacia la universidad, sonreí al cielo nublado se acercaba la época del año que más me gustaba , apure el paso y me puse el gorro para cubrirme del frió; llegue al aula y me senté en la parte del fondo contra la pared, apreté el reproductor de la música luego de colocarme los auriculares, levante la vista al sentirme observado, se me paro la respiración ; el chico más lindo y perfecto que había visto en mi vida acababa de entrar en el lugar y estaba mirándome a mí.
Sus ojos verdes brillaron con diversión, su pelo con destellos dorados y su sonrisa suave me hizo querer ir hasta él y abrazarlo o al menos devolverle la sonrisa, sacudí la cabeza para aclarar mis ideas y olvidarme de esas ideas; volví mi atención a mi celular para darle play al reproductor, me acomode en la silla y cerré los ojos solo un segundo.
Una mano sacudió mi hombro y me desperté enseguida.
-¿Qué pasa? –cuestione estirándome a la vez que bostezaba.
-Ya término la clase –la voz susurrada despacio y con cierta diversión en ella me hizo levantar la mirada, aparte la mirada rápidamente, esos ojos parecían saber todos mis secretos y querer calmarme.
-Oh –susurre un poco tímido, antes de pararme y salir apresurado, voltee antes de irme al escuchar un sonido raro, creo que vi un indicio de sonrisa pero seguramente lo había imaginado.
4 meses después...
El filo paso otra vez por mi piel y trajo una sonrisa a mi rostro, esto ya era demasiado, ya no podía seguir, mi mente se sentía oscura, mi corazón disminuía su ritmo, mi respiración agitada; comencé a recordar sus miradas hacia mí, su risa su modo de acariciarme mientras hacíamos el amor, sus mordeduras cariñosas, su voz ronca en mi oído, los sentimientos que ambos escondíamos pero estaban ahí latentes cada vez que estábamos juntos, su forma de protegerme y hablarme cuando pensaba que todo ya estaba perdido, que el suicidio era mi único amigo.
-Te amo (suspire cuando sentí que la oscuridad se acercaba sobre mí, lagrimas comenzamos a escaparse de mis ojos cerrados) y lo siento, perdóname –lancé un último suspiro y volví a sonreír recordando su rostro sonriendo hacia mí por última vez.
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-¡Dios, ¿Qué hiciste?! (Se escuchó una vos rota y luche contra la oscuridad para tratar de calmar a esa persona para que no sufriera por mí) ¡Ayuda, Ayuda¡ -sus gritos me hicieron sentir un enorme dolor.
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La vos de alguien llamándome me hizo fruncir el ceño, no quería salir de este lugar, estaba demasiado feliz acá.
El sonido de sollozos rotos cerca mío me volvió a sacar del lugar de tranquilidad sonde estaba, quería aliviar su dolor.
-Amor volve (esa vos melodiosa me hizo querer acercarme a ella) te quiero al lado mío otra vez –
-Agua –pedí al sentir mi garganta seca.
Luego de un largo silencio se escuchó un jadeo sorprendido, cuando algo se acercó a mi parpadee para poder ver lo que era.
Una sonrisa se extendió por mi rostro al verlo cerca de mí su ojos me demostraban su amor y su sonrisa me mostraba su alivio y felicidad.
-Mi salvación –susurre cuando sus labios rosaron los míos.
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Hola a todos gracias por leer; esto lo tenia guardado por ahí y lo encontré hace poco, me había olvidado de el pero me gusto mucho y lo quise compartir por acá.
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Salvame
Ficção AdolescenteCuando todo lo que ves en el futuro es oscuridad, nunca esperas que nada bueno pase