By Your Side | UmiEli

1.

Un grupo de amigas hablaba con total normalidad, hasta que una se paró, obteniendo toda la atención y las miradas de las chicas. La joven de descendencia rusa, comenzó a explicar un asunto importante, el cual afectaba no solo a ella sino a las mayores de tercer año, quienes tenían esa cercanía con la graduación. 

ㅡ Dejar de ir a Otonokizaka significa que nuestro esfuerzo valió la pena, pero la Universidad es bastante más complicada y llena de labores, más que nuestra secundaria. Así que... ㅡ

Una apartada peliazul, escuchaba lo que su mayor intentaba decir, sin que haya terminado, había entendido hacia donde se dirigía el tema. Algo en el interior de su pecho comenzó a estrujarse. Captando que ya no tendría tiempo de ver a la rubia. 
"Por favor no lo digas" ㅡ Pensaba para sus adentros, algo de todo eso dolía, sin entender muy bien el porque de ello. 

ㅡ Lo que intento decir es que, cuando entre a la Universidad, al menos por mi parte, ya no tendré tiempo libre, no podremos vernos como lo hacemos ahora. ㅡ Los finos ojos celestes se clavaron conscientemente en los de la arquera. Como si quisiera insinuar algo de forma indirecta. Esta acción hizo que la poeta se ruborizada levemente, apartando la mirada de los ojos ajenos. 

Los pensamientos de la menor era varios, quería seguir viendo a la ex-presidenta, pero entendía que estaría mucho más ocupada que antes, lo que significa es que debería valorar cada momento que tenga con ella a partir de ahora hasta llegar a esa "despedida". 

Luego del corto anuncio, y un pequeño debate generado en el momento, la menor hizo una pequeña ceña a la rubia, la cual captó con rapidez y correspondió con aceptación. Sonoda se levantó de la corta reunión para retirarse y alejarse, sin antes ser seguida por Ayase. 

Ambas salieron a paso lento, Eli moría de curiosidad por dentro, quería saber porque la menor le había llamado de esa forma. Sus ojos claros buscaban el encuentro con aquellos ámbares de la arquera. 

ㅡ Eli, perdón por sacarte de la reunión así como si nada pero, ¿Es verdad lo que dijiste? ㅡ
Y como respuesta, una mirada curiosa y un tanto confundida salió por parte de la más grande. 
ㅡ Quiero decir, ¿Ya no vas a tener tiempo para salir o pasar tiempo conm-... ㅡ Al darse cuenta de error que cometió, su rostro no tardó en reflejar aquel sonrojo notorio, al menos para la rusa. La letrista había querido decir "Con nosotras" pero su mente le jugó una mala pasada, haciéndola quedar un tanto en ridículo según ella. 

Mientras tanto, una sonriente rubia miraba todos los tonos que pasaban por las mejillas impropias, le era algo gracioso y tierno ver a Umi de esa forma, al menos para Eli, era un deleite o fetiche culposo de sus adentros. 

ㅡ ¿Acaso deseas que pase más tiempo contigo, Umi? ㅡ Mencionó canturreando el nombre de la menor. Esto hacia siempre al juguetear con esta, algo normal entre ellas al estar a solas. 

ㅡ . . . S-si. ㅡ De forma casi inaudible, una avergonzada arquera se sinceraba con su compañera. Esto fue escuchado por la contraria pero, siguieron caminando sin rumbo, una al lado de la otra. Pensando por separado en un deseo que ambas tenían en común. Pasar tiempo con la otra. 



Luego de un par de minutos que ambas llevaban caminando, lograron llegar a la cercanía de un puente, donde las olas chocaban cerca de la costa, arremetiendo con fuerza contra la orilla. Ambas se quedaron mirando de forma tranquila el acto de la naturaleza, hasta que una logró romper el silencio por fin. 

 ㅡ Umi, perdón si lo que digo ahora suena egoísta pero... ¿Estaría mal si te pido que ambas pasemos más tiempo? Antes de entrar a la Universidad, quisiera pasar más rato contigo. ㅡ  Movió la mirada que se encontraba en las olas para dirigirla a los ojos de ámbar de la menor, Así se sentía más segura aunque lo nervios la carcomieran por dentro.

 ㅡ Eli... Yo, sinceramente pienso lo mismo... B-Bueno es normal que te extrañe, ¿N-no? ㅡ Con un tono de nerviosismo en su voz, la menor buscaba ladear la mirada al sentir los ojos impropios posarse sobre ella, tener toda la atención de Ayase le daba un tanto de vergüenza pero a la vez le hacia feliz. Esa mezcla de sentimientos que tenía con respecto a la mayor le hacían confundir más que nada. 

La rubia mirada atenta cada expresión de su amiga, sabía que su vergüenza desbordaba por sus mejillas en tonalidades rojizas, dejando expuesto ese lado tierno de la joven poeta, ese lado que tanto amaba de ella.