Volviendo a la rutina
Febrero 2017
El comienzo de clases esta a la vuelta de la esquina y, en todo el verano lo único que hizo Seba es quedarse en su casa mirando Netflix, esto se nota al ver que, aun después de un verano con lo que es denominado vulgarmente por los meteorólogos un "Sol perfecto" (este se caracteriza por no ser dañino para la piel y perfecto para broncearse) el sigue igual de pálido que en invierno. Lo mas fuera de lugar que hizo es tomar algo con sus 2 mejores amigas, Sol y Luna, un par de mellizas que, como demuestra su nombre, son totalmente diferentes. Luna es una chica responsable, con un buen comportamiento, su promedio no bajaba del 8,50 y salía a duras penas, 1 vez al mes. Por otro lado esta Sol, tenía un promedio muy regular, pero no era menos de 6 y también la costumbre de embriagarse todos los fines de semanas. Este par de hermanas le decían Chebi de cariño a Sebastián, el apodo tiene origen en un audio de Sol, de alguna noche en la que se había emborrachado dificultando su hablar, este había sido mandado al grupo L3P (Las 3 Perras). Corría el rumor de que este se llamaba así porque sus integrantes eran 2 chicas pero ¿Por qué un hombre también era parte del grupo si este tiene un nombre que deja claro que lo forman mujeres? Todos creían que él era gay ¿Seria porque él nunca tuvo novia? ¿O porque nunca lo sorprendieron con la vista desviada sobre una fémina? Nadie se atrevía a decir lo que pensaba, pero se sabía que habían sacado la conclusión de que era homosexual, aunque en verdad no lo sabían a ciencia cierta.
Marzo 2017
Toca el timbre de la primera entrada a las aulas en el año, la pesadilla de los alumnos comienza.
En verdad, para nuestro protagonista no era ningún problema, por fin iba a estar ocupado, de nuevo. Durante el verano Netflix le había notificado mediante un e-mail que lo felicitaba por haber visualizado la totalidad de las series subidas a esta plataforma. Con este hecho nos damos cuenta la cantidad de tiempo libre que tenia durante las vacaciones, pero ahora cambiaria. El colegio, por bien de él, era como un pasatiempo para Seba, dedicaba sus días a plantear ecuaciones, estudiar el cuerpo humano, informarse sobre el vocablo español, etc. Sus notas eran excelentes, tenía un solo 8, en geografía porque una vez se olvido la tarea, Sebastián se sintió culpable durante toda esa semana. Aunque había una excepción, Educación Física, él solo hacia lo necesario para llegar al 6 y después dejaba de ir, debido a que odia los deportes casi tanto como a sí mismo la vez que falto a clases por quedarse dormido.
El año empezaba bien para él, la primera hora de clases era su materia favorita, Química y Física, la única materia en la que siempre llegaba al 10, además se llevaba tan bien con el profesor, su nombre era Martin, un hombre alto, robusto con barba, cualquiera que lo cruzara pensaría que es un rustico leñador, pero en verdad era un hombre tranquilo, culto y precavido en todos los sentidos de la vida, tan carismático como divertido, los fines de semana él, trabajaba de remisero. Su relación con Seba no era nada más que cualquiera que tendría un profesor con un alumno, pero había cierta confianza y agrado en su trato mutuo. Termina la hora, y como siempre el profesor se despide, y pone cierto énfasis en un saludo aparte para su alumno destacado.
Termina el primer día de clases, un éxito total para nuestro personaje pelirrojo, algunos profesores ya habían dicho los libros que se usarían durante el año, él había aprovechado para obtenerlos lo más rápido posible y leerlos desde la tapa hasta la contratapa. A penas termina de leer lo poco que había conseguido, agarro su teléfono y les pregunto a sus amigas mediante al grupo de Whatsapp que tal había sido su día:
—Nada fuera de lo normal, la única la novedad es el profesor nuevo de Lengua, casi me duermo en la hora de Biología— respondió desinteresada, Luna, esto no era sorpresa para nadie, en cambio Sol dijo que le habría gustado de no ser porque tuvo Matemática, la materia que menos le gusta, aunque hace un esfuerzo para mantenerla con notas medianamente altas.Como era costumbre, este trío de amigos se juntaba a tomar mates en la casa de la abuela de Seba. Una anciana muy simpática, se había separado hace unos 20 años y, por ley le correspondía la casa con todo lo que estuviera dentro de esta. Ella fue lo suficientemente considerada como para, mínimo, devolverle la ropa a su ex pareja. Luego de eso, el contacto entre ellos desapareció, ninguno supo nada más del otro, esto parece que fue beneficioso pues desde entonces a Emilia se la ve más feliz. Su humilde hogar era el lugar de encuentro para los mates de su nieto junto a sus amistades, disfrutaba escucharlos hablar y reír durante horas, a veces hasta se les unía, al mismo tiempo que degustaba los exquisitos mates de Luna. Esa tarde charlaron sobre todo, era la primera jornada de mates en el año, puesto que, solo lo hacían durante el periodo lectivo, se hablo sobre muchas cosas: la cantidad de capítulos de diferentes series, sus historias, tramas, etcétera que había visto el chico durante sus vacaciones, las veces que se había embriagado Sol, que eran casi la misma cantidad de veces que salió y demás temas de la vida que surgían cuando la conversación se iba por las ramas. Finaliza el primer día de clases, parece que va a ser una semana serena...
Llega el viernes y Sol hace lo imposible para convencer a Luna de juntarse con Chebi a tomar algo, los 2 acceden, muy raro por ambas partes, ya que ninguno era de aceptar los planes de ella. La ubicación destinada a ser abordada por los aun sobrios jóvenes era la casa de las chicas, ya estaba todo organizado y fríamente calculado por la malvada melliza, tal vez esa noche volverían a ver a Sebashtian, la otra cara de nuestro buen protagonista, este tenía un problema en su vista y por eso usaba lentes, pero cuando se los quitaba se mareaba mucho, le dolía la cabeza, se confundía demasiado, aquí es donde el trastorno de personalidad tomaba ventaja, ante tal hecho hacia que de repente el colorado se volviera homosexual, también que tomara un extraño acento característico de España, es por esto que su grupo se llamaba Las 3 Perras, el era la tercera. Antes el se despertaba con la parte superior de un bikini y no encontraba explicación, un día su madre lo vio probándose sus prendas veraniegas, después de un tiempo de experimentación, se dio cuenta que era por el hecho de que no veía con normalidad, como nunca consiguió unos lentes de contacto para que el durmiera con comodidad sin tener que usar lentes, le compro un bikini, obviamente solo le dio la parte superior, desde ese entonces está acostumbrado llevar el bikini consigo, para que la otra persona que gobernaba en su mente ante la ausencia de sus gafas durante más de 5 minutos se sintiera cómoda y, ante una emergencia no sucediera nada indebido. Bashti era el apodo de este personaje, también tenía origen en la ebriedad de Sol. Los 3 adolescentes pidieron pizza, vieron películas, tomaron, charlaron, hasta hubo un par de lagrimas, la noche fue un éxito, todos la pasaron bien, Bashti nunca se mostro, al final, como era de ser cada cual para su casa. En verdad solo el pelirrojo debía volver, en un estado entre la sobriedad y lo contrario, Luna le aconsejo decirle al remisero que tome otro camino del recomendado aunque este fuese más largo, ya que el otro que era muy peligroso a esa hora. Seba hizo caso y le comento al remisero, este pensó que su cliente no era tonto, entonces se fue por el camino que le había sido indicado. El adolescente llega a su casa muy tarde por la madrugada, se acuesta. A la mañana siguiente se despierta para almorzar con su madre, su única familia, su padre se había ido antes de que el naciera, pero tenía una hermana de 29 años que en Septiembre cumpliría los 30. Obviamente vivía sola, tenía un buen titulo junto a su tan apreciado trabajo, su nombre era Delfina, ella había salido más parecida a la madre, blanca, enana y con un pelo casi negro, era una bella mujer, muy inteligente, un muy bien partido para cualquier hombre, pero, aunque a muchos les doliera, era lesbiana, estaba en pareja hace unos 6 años, se la veía muy feliz, pensando con Tamara, su novia, sobre adoptar a un niño/a en un futuro. Tanto Seba como Aldana, su madre, habían aceptado esto, es más, tenían un cariño mayor por Tamara que por Delfina, esto la ponía muy celosa, cosa que le gustaba a su madre, hacerla enojar para reírse. Es una actitud un tanto cruel, pero todo acababa en un abrazo entre madre e hija.
Termina el primer mes de clases, no hay novedades.
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Sebastian y Sebashtian
Teen FictionHan llegado a mi primer intento de realizar una historia sin que todos la rechacen, tengan en cuenta que aun soy muy principiante en el arte de la escritura, sera normal encontrar fallos catastróficos, pero esto mejorara de a poco.