Me acomodé el pelo, miré hacia la ventana, no quedaba mucho camino, y eso me asustaba, sinceramente. Nunca había estado con chicos, ya sabeís, relacionandome y eso con ellos. Espero que no me toque con un chico en la habitación, las chicas de mi antiguo instituto solían decir que los hombres son sucios, no es que sea una obsesa del ordén, pero tampoco es que me guste que donde duermo huela a pura mie... mal, soy algo educada, como podeís observar, pero así son las chicas buenas, ¿No? Nunca me he besado con un chico, ya sé.. patético. Pero no se puede hacer nada si no he tenido contacto con chicos aparte de con mi cartero, pero en fin.
Vi el gran internado por la ventana, tragué saliva. Salí del coche, pudé ver a chicos y a chicas mirandome intrigados, yo iba vestida con unos vaqueros largos y una sudadera la cual no dejaba verme apenas, ¿Qué era esto? gente fumando a saber que entre los coches, chicas que estaban demasiado escotadas, por no decir casi desnudas, ¿Qué co.. digo, qué narices? Entré a dentro lo más rapido posible, fui a preguntar a una de las secretarias que habia en recepción.
–Per.. perdona. - Susurré timida, esta me miró. - ¿Cual es mi habitación?
–Digame su nombre señorita. - Dijo sonriendo amigablemente. -
–Emily... Emily Peterson. - Dije un poco mas animada que la última vez. -
–Un segundito. - Se quedó concentrada unos momentos mirando a su computador, para luego mirarme nerviosa. - La número 324. - Me dió un papelito con el número, cuando me giré, esta dijo mi nombre. - Espera Emily. - Me giré. - Buena suerte. - Dijo con una mirada preocupada, pero sincera, y me asusté, asentí y me dirigí hacía mi habitación.
¿Co-co-como que buena suerte? Subí en el ascensor, estaba lleno de gente, cuando llegue al piso 3, empecé a caminar, había bastante gente en el pasillo, así que camine rapidamente, y sin querer, me caí accidentalmente, hasta que caí en los brazos de alguien desconocido, me asusté y me quité de ahí rapidamente.
–Diablos... digo, lo siento. - Le miré, era un trabajador de allí, era un castaño, de castaños, realmente hermoso. Iba a irme lo antes posible hasta que me cogió del brazo y lo impidió.
–Espera, espera. - Me miró. - ¿Eres nueva verdad? - Asentí timidamente, iba a soltar algo rudo seguro. - Primero, cuidado por donde andas, y segundo, sonríe, que seguro que es bonita tu sonrisa. - Dijo, yo me sonrojé y sonreí, y me fuí corriendo. - Espera, mi nombre es... - Ya había entrado dentro de mi habitación.
–Andaaaaa, mira pero si es una de esas chicas que salen en los anuncios de bolis. - Dijo una voz masculina a mi espalda, me giré y vi a un chico de mi edad más o menos, de pelo rubio y ojos marrones. -
–Ay, Jake, ¡Dejala! Tan solo recien llegó y ya te metes con ella. - Dijo una chica rubia de ojos azules, me miró y me dedicó una sonrisa. - Yo soy Tara, y ese idiota de ahí es Jake,¿Tú nombre es? -
–Emily. - Un ruido interrumpió la conversación, alguien abrió la puerta, era el chico de antes, creo que era conserje, por el traje y cerró. - ¿Por qué...?
–En realidad es un buen amigo nuestro, solo que el profesor le obliga a abrir todas las habitaciones unas 100 veces al día, es conserje, se llama Brandon.- Dijo Tara.
–Eh.. Emily. - Dijo Jake, le miré. - Lo de antes no ha ido en serio, no te lo tomes a mal, era una broma, en verdad soy un buen tio. - Yo rei desanimadamente y me sente en una de las camas. -
–No pasa nada. - Suspiré. - ¿Por que sobra una ca... - Un ruido me interrumpió, era un chico de ojos castaños, y pelo castaño, iba con una camiseta a tirantes por lo que no podía dejar de mirarle los brazos, dios dios. ¿Qué estoy diciendo?
–Siento llegar tarde, me llamo Chris, soy nuevo. - Tiró las cosas al suelo, y se tumbó en su cama. -
–Yo soy Jake, ella Tara, y ella... -
–Emily, soy Emily, también nueva. - Chris se acomodó y se sentó en su cama. -
–¿Tú también eres nueva? - Asentí, y él se sentó de repente a mi lado y me miró, yo estaba confundida. - ¿Eres inteligente? Lo pareces -
–¿Yo? No, osea si... digo... no lo sé. - Dije timidamente. - Saco buenas notas pero solo algunos sobresalientes, no demasiados.. -
–Perfecto. ¿Te importaría darme clases? - Dijo Chris mirandome penetrantemente -
–Pero... si aun... no hemos empezado las clases. - Dije confusa -
–Lo sé, soy repetidor, y no me puedo permitir suspender este curso, si suspendo no me van a dejar ir al partido de los..-
–Espera, espera, ni te preocupes. Lo haré. - Dije sin más.
–¿ENSERIO?- Me abrazó - Dios, no te conozco pero te quiero. - Reí -
–Chicos, ya es hora de ir a comer - Dijo Tara. -
Fuimos juntos, y por fin, me tendría que enfrentar a lo que mas miedo me daba... la gente.
