Recuerdo haber dormido mal esa noche, escasa energía tenía, a penas para levantarme y vestirme, y por mucho que deseé faltar al trabajo en ese momento, no tenía opción, así que salí temprano tratando de poder al menos caminar con tranquilidad y no tener que correr al final, y mientras mis piernas se sentían adoloridas y forzadas, al menos pude caminar con algo de tranquilidad, mientras mis ojos se entrecerraban y mi mente estaba en tal reposo que ni si quiera puedo recordar bien si pensaba o no en algo en ese momento, además de en lo cansado que me sentía, fue un viaje corto, eran la misma avenida, con el mismo desvío de siempre, y aunque sentía el día extremadamente pesado, podía ver algunas sonrisas entre quienes trabajaban en las tiendas de por allí, al menos podía apreciar algo de felicidad en eso.
Y es aquí cuando puedo sentir mi mente aclarándose bastante más, en un punto donde la mayoría de las veces no recuerdo nada a causa de la monotonía de la situación, esta era diferente, llevaba poco tiempo trabajando allí, y incluso con eso ya tenía varias faltas y una advertencia de mi jefa, y tal vez por la necesidad de querer salir tarde de mi casa y llegar a tiempo tomé por primera vez un atajo un par de veces ya, y en lugar de pasar todo el desvío, solo me saltaba una cerca y pasaba cerca de unas colinas, pero al haber pasado tan deprisa las ultimas veces, a penas tuve tiempo de darme cuenta de lo mucho que me llamaba la atención una de las colinas.
Y es que no había tanta diferencia entre ellas, eran colinas pequeñas, pero en el centro de la mas alta se encontraba un árbol, esto me llamo la atención las primeras veces que lo vi, pero no fue si no hasta esta que al tener mas tiempo de apreciarlo me di cuenta del porqué.
Por mas cansado que estuviese, abrí un poco mas mis ojos al darme cuenta en el momento, y es que me recordaba muchas cosas, y me transmitía muchas otras al mismo tiempo.
Parecía el escenario perfecto para una escena épica en una película de fantasía, el lugar donde esté clavada la espada mágica de alguna leyenda, el lugar al que llegar para poder cumplir una misión y salvar al mundo, era algo un poco complejo de describir, pero lo que me hacía ver con ojos entrecerrados, era un lugar diferente al que pertenecía, y eso me atraía de una manera muy particular.
En ese momento, sin previo aviso sentí el erizar de mi piel en mis brazos y espalda, mis ojos se abrieron un poco, mas que por sorpresa, por interés, mis musculos se pusieron un poco tensos por un momento, para luego caminar hacia esa colina con un ritmo tranquilo, tratando de respetar la epicidad que me mostraba.
Tal vez era por sentír aún mas a flor de piel esas fantasias por estar aún un poco adormecido, pero no dude mucho a la hora de acercarme allí, fue un lindo momento al dejar llevarme por ese misticismo, pero después del escalofrío comencé a calmarme un poco, deje de extender mis manos hacia los lados y normalicé mi caminar, dirigiéndome aún a allí, pero con mayor tranquilidad.
Pero para mi sorpresa, y en algún punto mi disgusto, pude ver aún no muy cerca de aquel árbol, a una chica sentada junto a el, aunque decir disgusto fue solo al primer momento, el contemplar que el querer sentarme, tal vez solo a respirar allí, ya había sido tomado, me resultó en disgusto, pero fue después cuando pude ver algo mas.
Después de pasar el primer mal trago, pude concentrarme en otra cosa que no noté al primero momento, y no fue otra que en aquella chica, en, ella, tan claro como eso.
Me costaba entenderlo hasta hace poco, pero ella, ella parecía estar pintada en aquel cuadro, ella, solo, no desentonaba en ningún momento, y fue allí, en ese pequeño vistazo desde lejos que el escalofrío volvió, por segunda vez, solo que en el momento duró mas que el anterior, y incluso con eso, muy poco pude sentirlo al, estar concentrado en ella, solo, podría decir que por un primer momento, me desconecté de, todo, excepto esa mirada que tenía, recuerdo bien la ropa que tenía, mas creo que era lo que menos importancia que en ella tenía, estaba sentada a un lado de aquel árbol, con una mirada en el horizonte, casi parecía mirar a las estrellas, como si, solo estuviera contemplando el panorama.
Y no pude entender en aquel momento lo que significo, pero después de un par de segundos pude escuchar, sin haberlo hecho apropósito, pequeños trozos de muchas canciones que ahora lo veo, que ahora se, canciones que ella, en ese momento, me las recordó.
Melodías épicas y llenas de sentimentalismo como starway to heaven y everything stays pasaron como rayos en mi cabeza, pero me permitían sentir en la piel ese sentimiento nuevamente, ese misticismo y epicidad que recorría por mi piel allí.
Estoy seguro que sin darme cuente, estuve allí parado a lo lejos, viéndola con los ojos abiertos como platos, donde mi cuerpo solo estaba manteniéndome en pie y mi cerebro procesando todo lo que sentía en ese momento.
Pude sentir mi pulso acelerarse de momentos, y un nerviosismo que no era muy natural en mi comenzó a hacer templar un poco mis rodillas, aún así, sentía que estaba calmado, tan solo contemplando ese momento.
Empecé a sentir algo temblando en mi bolsillo, tembló desde antes de darme cuenta, pero me sentía muy concentrado en aquello para notarlo, pasaron unos segundos cuando contesté, era mi jefa, quien en este punto me había llamado para despertarme, pensando que me había levantado tarde como ya parecía costumbre.
Comencé a cerrar mi boca, a la misma vez que me di cuenta que estaba algo abierta por la sorpresa que sentí hace unos momentos, después de escucharla un poco y contestarle con que ya estaba a mitad de camino, colgó el teléfono a la par que yo guardaba el mio.
Ahora tenía dos cosas en la mente, y estaba pensando a cual debería darle mas importancia entonces.
Y solo la observé un poco mas, aún a lo lejos, antes de decidir darme la vuelta, y allí, ahora irme al trabajo, pensando, y tratando de analizar que había pasado, y porqué una chica junto a un árbol me habían hecho sentir así.
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Solo un instante
RomanceLa primera parte de un cuento corto Donde se cumplió la fantasía de un simple chico, cansado no solo de su aburrido día a día, si no de un dolor que aun no ha sanado Una fantasía hermosa, y triste al mismo tiempo