-Hey,Lona-Dijo Mack-¿No te gusta el granizado?-Lona miró hacia abajo y vió el granizado azul gotear en su mano,derritiéndose.Se lamió la mano para limpiarlo y sonrió.Después,continuó mirando por la ventana.Era un día de otoño,con el cielo nublado y hojas bailando al ritmo de la brisa fresca.En el metro apenas había gente,tan sólo un chico con un bebé,un adolescente con auriculares y una maestra con una excursión escolar.Lona se giró para ver a Mack,su hermano mayor hablando con sus padres.Charlaban animadamente,pero a Lona no le apetecía hablar.Tenía los ojos clavados en un banco de la estación.Desde pequeña,Lona había sentido las tormentas antes de que llegasen.Sentía la electricidad estática antes de que se desatara una.No sabía de si era algo común notarlo o si era solo ella,pero le llamaba mucho la atención.El ambiente estaba justo igual ese día.El aire estaba especialmente cargado,tenso,como a punto de estallar,pero,al parecer,sus padres no lo notaron,ya que seguían charlando animadamente con Mack.Mack tenía el pelo pelirrojo,los ojos azul oscuro y la piel clara.Siempre hacía reir a los que estaban cerca de él,incluída a ella.Las luces de la noria de Coney Island brillaban y contrastaban junto al cielo gris.Lona tenía la sensación de estar soñando,o,al menos,atrapada en el tiempo.Ya habían pasado 5 minutos y las puertas del tren seguían abiertas,dejando entrar a las traviesas hojas.Pasó más tiempo y el tren seguía sin moverse.Nadie pensó que era extraño,ya que se trataba de la última parada y no estaba entorpeciendo más trenes.Lona continuó mirando a través del cristal,observando la calle vacía.De pronto,un sonido la sacó de sus pensamientos.A el chico del bebé le habían llamado.Este parecía preocupado.Abrió la boca,se puso blanco como el papel,abrazó al bebé contra su pecho y salió corriendo con los ojos vidriosos del tren.La gente que estaba en el vagón le siguió con la mirada hasta que salió del tren.Le perdieron la vista y siguieron a lo suyo.A Lona le pareció extraño.Una parte de ella deseaba saber por qué había reaccionado así,pero decidió olvidarse del tema.
Lona había tenido unos pensamientos y reflexiones adultas.Siempre había llamado la atención la manera en la que veía las cosas.Lona le dió un sorbo al granizado azul y siguió mirando por la ventana,con el codo en el alféizar y la cabeza apoyada en su mano.Continuó pensando en las tormentas mientras sus ojos grises observaban a la noria girar en la distancia.Cuando Lona volvió a mirar al vagón,vió al chico de los auriculares seguir chateando y a un par de niños de la excursión llorando.Volvió a irar a la ventana,y justo cuando se giró,empezó a sonar una alarma.
Lona tuvo el reflejo de levantarse,con las piernas y los brazos estirados por el susto.Se obligó a sentarse de nuevo avergonzada por la reacción.El chico de los auriculares se los quitó y miró hacia las columnas de la estación intentando escuchar aún más.La profesora dejó de atender a un niño y quedó agachada junto a él,escuchando con la boca abierta.Los llantos de los niños no se escuchaban.El chico de los auriculares miró hacia su móvil y su cara quedó pálida,pero no se movió..Mack tenía una expresión seria,muy distinta a la que había tenido antes.De pronto,las puertas del tren se cerraron y este comenzó a andar a una velocidad extrema.El chico de los auriculares se levantó,tambaleó por el movimiento del tren,se acercó hasta la ventana de Lona y susurró para sí mismo:
-Estamos muertos.
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SILENCIO
Mystery / ThrillerLona tan solo tiene 13 años cuando estalla el caos debido a la epidemia de un virus que ha estado con los humanos desde la edad media,pero esta vez,ha mutado. Los humanos supervivientes al Brote se esconden en las estaciones de metro de Nueva York,s...